Sociedad | Condenado por abuso sexual
El exgobernador condenado por abuso sexual fue autorizado a cumplir arresto domiciliario en un lujoso departamento de Puerto Madero, un caso que suma polémica y plantea la posibilidad de una ola de pedidos similares para otros condenados en cárceles argentinas.
En una medida que genera polémica y debate, el exgobernador tucumano José Alperovich, condenado a 16 años de prisión por abuso sexual, dejará el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza para cumplir prisión domiciliaria en un departamento de lujo en Puerto Madero. La autorización fue otorgada por el juez Juan Ramos Padilla, responsable de la condena original.
Esta decisión, que incluye medidas restrictivas como el uso de tobillera electrónica, una caución millonaria y prohibiciones de contacto y declaraciones, ha sido presentada como un ejercicio legal legítimo, aunque no exenta de críticas por la imagen de privilegio que implica para un condenado por delitos graves, sobre todo considerando que el lugar elegido está relacionado con hechos denunciados.
El fallo se produce en un contexto social y político sensible, justo después del polémico precedente que marcó la prisión domiciliaria otorgada a Cristina Fernández de Kirchner. Este antecedente abre la puerta a la posibilidad de que otros condenados en cárceles argentinas puedan reclamar beneficios similares, generando preocupación sobre la percepción pública de la justicia y la equidad en el trato a los presos.
Alperovich, quien mantiene una fortuna significativa en propiedades y negocios, se convierte en otro ejemplo de cómo ciertos sectores podrían acceder a medidas alternativas que, para muchos, parecen distantes para el común de los detenidos. El debate sobre la justicia y sus privilegios vuelve a instalarse con fuerza en la agenda pública.
Mientras tanto, la condena por abuso sexual, que además incluyó delitos cometidos en un marco de abuso de poder político y familiar, continúa siendo un hito en la lucha contra la impunidad, y el traslado a prisión domiciliaria agrega una nueva dimensión al caso que sin dudas impactará en futuros procesos judiciales similares.