Policiales | Desgarrador
Las pericias revelaron que Laura Leguizamón fue la autora de la masacre. Los adolescentes sufrieron múltiples puñaladas y la mujer se quitó la vida tras los crímenes, dejando una carta confusa y llena de sangre.
Tras exhaustivas autopsias, los investigadores confirmaron que Laura Leguizamón, quien estaba bajo tratamiento psiquiátrico, fue la responsable del brutal asesinato de su marido y dos hijos adolescentes en Villa Crespo.
El desgarrador detalle que aportaron fuentes oficiales indica que Leguizamón primero asesinó a su esposo mientras dormía, infligiéndole tres puñaladas. Luego se dirigió a la habitación donde dormían los chicos en cuchetas. Uno de ellos, herido, intentó huir, pero fue rematado en el comedor. El otro hijo murió en el pasillo cuando intentaba escapar.
Los adolescentes presentaron entre 10 y 12 cuchilladas cada uno, con heridas punzantes en la espalda y signos de defensa, lo que evidencia un ataque despiadado y prolongado. En contraste, el hombre tuvo menos lesiones, reflejando un ataque más rápido.
La madre, además de cometer los asesinatos, se infligió heridas autoinfligidas en las muñecas y una lesión grave en el pecho. Se encontró en su cuello una uña clavada, posiblemente de uno de sus hijos, y restos de pelos mezclados con pelusas en sus manos, signos de la violencia extrema vivida en la escena.
Respecto a su suicidio, fuentes explicaron que Leguizamón se acostó junto al cuerpo de su marido, se provocó múltiples cuchillazos y murió arrastrándose hasta el baño.
En la vivienda se encontraron medicamentos psicotrópicos, entre ellos sertralina, olanzapina y midax, algunos con envases abiertos, lo que refuerza la hipótesis del cuadro psiquiátrico previo.
También se secuestró una carta escrita en una hoja A4, con manchas de sangre, redactada después de los crímenes. Su texto, casi ilegible y con una caligrafía irregular, decía entre frases desconectadas: “Todo mal fue mucho. Los amo. Mal, perverso”, reflejando un estado mental perturbado.
Este caso conmueve por su brutalidad y por la oscura realidad detrás de una tragedia familiar que parecía invisible hasta el momento.