Política | Provincia de Buenos Aires
La administración de Kicillof anunció descuentos salariales a docentes de la FEB por adherir a un paro, pero eximió a Suteba y ATE por una jornada nacional de protesta. La polémica doble vara expone las afinidades políticas en juego.
El desarrollo de la semana en las escuelas bonaerenses estuvo marcado por ausencias y tensiones. Mientras el martes la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) impulsaba un paro por disconformidad con la paritaria, este jueves fueron los auxiliares y sectores docentes nucleados en Suteba quienes se ausentaron, pero con un detalle crucial: solo los docentes de FEB recibirán un descuento salarial por el día no trabajado.
La medida fue confirmada por el ministro de Trabajo Walter Correa, respaldada por Carlos Bianco, quien descalificó a la FEB argumentando que “no tiene representación” entre los trabajadores de la educación, pese a contar con más de 60.000 afiliados.
En cambio, quienes participaron este jueves de la jornada nacional de lucha convocada por ATE y las dos CTA, no tendrán consecuencias económicas. La explicación oficial: “No fue paro, fue una actividad estatutaria”, y por lo tanto, no amerita descuento.
Este criterio, sin embargo, parece más político que técnico. La FEB, que se desmarcó del oficialismo provincial, recibió un castigo directo. Mientras que Suteba –liderado por el aliado kirchnerista Roberto Baradel– y ATE, cuyo referente Hugo Godoy también forma parte del círculo político de Kicillof, quedaron al resguardo.
El trasfondo deja a la vista un hecho difícil de ignorar: la vara no mide igual cuando se trata de aliados. Y en el tablero sindical de la educación pública, las decisiones no son solo gremiales, también son políticas.
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