Sociedad | Agro
Con un enfoque en rendimiento, sanidad y calidad, el equipo del INTA Pergamino finalizó la siembra de líneas experimentales que buscan nuevas variedades de trigo adaptadas y competitivas.
La Estación Experimental Agropecuaria Pergamino del INTA cerró la etapa de siembra correspondiente al nuevo ciclo del Programa Nacional de Mejoramiento de Trigo Pan. Este trabajo se realiza en red con otras cinco estaciones del país: Paraná, Marcos Juárez, Bordenave, Barrow y Balcarce, consolidando un esfuerzo conjunto para potenciar el cultivo.
El programa evalúa líneas experimentales con especial atención al potencial de rendimiento, la estabilidad genética, la sanidad foliar y de espiga, y la calidad panadera.
Gracias a la contraestación, se logró acelerar los procesos de selección genética, manteniendo 918 plantas en invernáculo durante el verano para un ciclo más rápido y efectivo. En total, se sembraron cerca de 9.000 surcos de material de cría, 1.645 parcelas para ensayos comparativos de rendimiento y 724 surcos destinados a screening sanitario y bloques de cruzas.
El desarrollo de estas nuevas variedades, adaptadas a distintos ambientes y con mejoras en estabilidad y calidad, será liberado al mercado para fortalecer la producción nacional. En este marco, INTA Pergamino mantiene una activa colaboración público-privada con empresas como LDC Semillas, con quien articula diversas iniciativas de experimentación y desarrollo.
Este avance representa un paso clave para mejorar la competitividad y sustentabilidad del trigo argentino, apuntando a las demandas del mercado y los desafíos agroecológicos actuales.