La Procuración General rescindiría la semana entrante el contrato de Diego Lagomarsino a pedido del fiscal reemplazante en la fiscalía, Alberto Gentili.
Lagomarsino, técnico informático, ganaba la cifra de 41.000 pesos mensuales, el contrato más alto que se registre en cualquier fiscalía del país. No asistía a la fiscalía, según confirmó él mismo y también los empleados de la Unidad AMIA, y lo veía a Nisman en el edificio Le Parc, en donde vivía el fiscal, en horarios no habituales.
Hoy es investigado por la fiscal Viviana Fein, en particular las empresas que figuran a su nombre así como los 30 viajes al exterior que realizó en los últimos tres años.
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