Sociedad | Palermo
La niña pergaminense Catalina Maglio, herida en una feria de ciencias, continúa con evolución favorable y sin asistencia respiratoria. En paralelo, una explosión en una escuela de Palermo dejó cuatro estudiantes con graves quemaduras, uno de ellos en terapia intensiva.
La recuperación de Catalina Maglio, la niña de 10 años herida en la explosión ocurrida durante una feria de ciencias en Pergamino, avanza con buenas noticias. Según el último parte médico del Hospital Garrahan, la menor “evoluciona en forma favorable, sin soporte respiratorio”, tras haber sido trasladada de urgencia en helicóptero el viernes pasado por lesiones graves en la cabeza.
Mientras tanto, un nuevo episodio con características similares volvió a generar preocupación este miércoles en la Ciudad de Buenos Aires. En el Colegio Guadalupe, del barrio de Palermo, una práctica de laboratorio con alcohol etílico terminó en una explosión que dejó cuatro estudiantes heridos, todos de entre 13 y 16 años. Uno de ellos, con el 35% del cuerpo quemado, permanece en terapia intensiva.
Según relataron testigos, el fuego se propagó sobre una mesa de madera y no había matafuegos en el aula, lo que agravó la situación. Padres y alumnos denunciaron falta de medidas de seguridad y una reacción tardía del docente a cargo del experimento.
En el lugar trabajó personal del SAME y la Policía de la Ciudad, mientras que las autoridades educativas dispusieron la suspensión de actividades. La comunidad escolar permanece conmocionada.
En Pergamino, la familia de Catalina agradeció las muestras de apoyo y solidaridad recibidas en los últimos días. En tanto, la Justicia bonaerense continúa las pericias para determinar las causas exactas del accidente ocurrido en el Instituto Comercial Rancagua, que también involucró una demostración científica.
Ambos episodios reavivan el debate sobre la seguridad en los laboratorios escolares y la falta de protocolos adecuados para realizar experimentos frente a estudiantes.