El epicentro de esta disputa se encuentra en Azul, donde la implementación de la "Tasa por Servicios Esenciales" ha generado fuertes críticas por parte de los productores. Esta medida, que amplía el alcance del impuesto a los inmuebles rurales, es percibida como un intento de compensar la caída de la recaudación a nivel nacional a costa del sector agropecuario.
En Bolívar, se registra un aumento del 500% en la Tasa Vial, mientras que en Leandro N. Alem las subas alcanzan el 600%. Estos incrementos, sumados a los ajustes en el precio del gasoil, están impactando significativamente en los costos de producción de los productores rurales.
General Guido y Pehuajó no están exentos de esta controversia. En el primero, se implementa una "sobretasa" en la emisión de guías de traslado de hacienda, destinada a financiar mejoras en espacios públicos y eventos culturales. En Pehuajó, se propone un nuevo impuesto para la aplicación de agroquímicos, que incluye la colocación de GPS en las maquinarias agrícolas y restricciones adicionales por razones ambientales.
Estos conflictos reflejan la creciente tensión entre los productores y los gobiernos municipales, quienes parecen optar por aumentar la presión tributaria sobre el campo en lugar de buscar soluciones que no recaigan exclusivamente en el sector agropecuario. La situación pone en alerta a las entidades rurales, que temen un "efecto contagio" en más distritos y un empeoramiento de la situación económica para los productores bonaerenses.
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