La incertidumbre se cierne sobre el horizonte argentino mientras las nubes se preparan para desatar su furia en forma de intensas lluvias. Las señales de alerta, emitidas por el SMN y detalladas meticulosamente por la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), pintan un panorama de riesgo y precaución ante la inminente llegada de condiciones climáticas extremas.
Bajo el título de "Pronóstico de Lluvias Intensas", la ORA destaca en su reporte semanal la magnitud del desafío que se avecina. Las lluvias, concentradas principalmente en el centro-este del país y el Litoral, se perfilan como un evento de alta complejidad que demandará una respuesta rápida y coordinada por parte de la población y las autoridades.
Este martes, el SMN reiteró la alerta naranja por tormentas en vastas zonas de Buenos Aires, mientras que el resto del territorio bonaerense permanece en alerta amarilla. Estas advertencias son solo el principio de una semana que se prevé turbulenta y cargada de precipitaciones.
Según los análisis de la ORA, la situación se agrava debido a la persistencia de condiciones inestables a lo largo de los próximos días. Una combinación de masa de aire calurosa y humedad crea el escenario propicio para el desarrollo de tormentas de diversa intensidad, que podrían desencadenar eventos de lluvia intensa y prolongada.
El origen de esta situación se encuentra en un frente cálido que, una vez llegado al centro de Buenos Aires, se espera que permanezca estacionario durante varios días, alimentando la inestabilidad atmosférica. Sin embargo, este frente es solo el precursor de sistemas adicionales que se aproximan desde el oeste, intensificando aún más los fenómenos de lluvia y tormenta.
Los pronósticos más preocupantes indican acumulaciones de entre 100 y 200 milímetros en áreas específicas, con la posibilidad de que algunas zonas superen los 300 milímetros de lluvia.
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