Política | Un proyecto histórico
La iniciativa unifica la normativa penal, elimina la prescripción en crímenes graves, incorpora delitos vinculados a la Inteligencia Artificial y refuerza las condenas para delitos comunes y de corrupción.
El Gobierno envió al Congreso la Reforma del Código Penal, un proyecto histórico que busca actualizar por completo la estructura legal vigente desde 1921. La propuesta —elaborada por una comisión técnica encabezada por Jorge Buompadre y presentada por Mariano Cúneo Libarona y Patricia Bullrich— unifica más de mil leyes penales especiales en un cuerpo de 920 artículos, con criterios modernos y penas más severas.
Código ampliado: de 316 a 920 artículos, integrando la normativa dispersa del último siglo.
Crímenes graves sin prescripción: homicidio, abusos sexuales, trata y narcotráfico podrán ser juzgados sin límite temporal.
Endurecimiento generalizado: el homicidio simple podrá escalar hasta 30 años de prisión, y se agravan sanciones por robos de celulares, entraderas, estafas piramidales y delitos viales.
La reforma incorpora delitos inexistentes en el texto original:
Manipulación digital: penalización de imágenes falsas creadas con IA, fraudes digitales y ciberataques.
Nuevas tipificaciones: se suman figuras como stealthing, pornovenganza, secuestro virtual y crueldad animal sistemática.
Corrupción: penas considerablemente más altas y decomiso anticipado de bienes para funcionarios acusados.
Especialistas como Matías Bailone advierten que el aumento de penas y la falta de consenso académico pueden “profundizar la desorganización del Código Penal”. El Gobierno, en cambio, sostiene que la reforma apunta al “cumplimiento efectivo” y a modernizar la respuesta estatal frente al delito.