Mundo | Ataque terrorista
El atentado terrorista en la sala de conciertos Crocus City Hall cerca de Moscú deja un saldo devastador de 133 muertos y decenas de heridos, mientras las autoridades luchan por contener la crisis y dar con los responsables.
Este viernes, un grupo de individuos armados irrumpió en la sala de conciertos Crocus City Hall en la ciudad de Krasnogorsk, cercana a Moscú, desatando el caos y la tragedia. Según las cifras del Comité de Investigación de Rusia, el número de víctimas mortales ascendió a 133 personas, con temores de que esta cifra pueda aumentar. Además, más de un centenar de personas resultaron heridas en el brutal ataque, incluyendo a tres niños, quienes están siendo tratados en hospitales de Moscú y sus alrededores.
Las autoridades rusas han respondido con determinación, deteniendo a 11 personas sospechosas de estar involucradas en el atentado, incluyendo a cuatro de los terroristas directamente implicados en el acto violento. Sin embargo, el dolor y la conmoción persisten en el país, llevando al presidente Vladimir Putin a declarar el día 24 de marzo como un día de luto nacional.
Las revelaciones sobre posibles motivaciones y complicidades detrás del ataque han agregado otro nivel de angustia a la situación. Un sospechoso bajo custodia afirmó que le prometieron una recompensa de 500.000 rublos (aproximadamente 5.400 dólares) por su participación en el acto terrorista, revelando un trasfondo oscuro de incentivos monetarios y engaños.
Mientras tanto, el pueblo ruso se enfrenta a una dolorosa búsqueda de respuestas y justicia en medio de una tragedia que ha dejado una profunda marca en la nación. La comunidad internacional observa con consternación este trágico episodio, esperando que se haga justicia y que se tomen medidas para prevenir futuros actos de terrorismo.
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