En una dolorosa jornada en Suipacha, una bebé de un año y ocho meses perdió la vida tras caer en la piscina de su propio hogar. La pequeña fue ingresada en estado crítico al Hospital Esteban Iribarne, donde el personal médico desplegó esfuerzos para salvarla. Trágicamente, la bebé falleció mientras esperaba ser trasladada de urgencia a un centro médico más especializado.
La madre, una mujer de aproximadamente 34 años, relató a las autoridades que el incidente ocurrió debido a un descuido de su parte. Este relato arroja luz sobre la importancia de la supervisión constante de los niños pequeños, especialmente alrededor de elementos acuáticos, que pueden representar un peligro significativo.
La situación se tornó aún más desgarradora al conocerse que, a pesar de los esfuerzos para organizar un traslado aéreo a un centro médico de mayor complejidad, la bebé no pudo ser llevada a tiempo y falleció en horas de la tarde. La Unidad Fiscal de Instrucción N° 4 de Mercedes ha iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias de este trágico suceso.
El ahogamiento, según señala la OPS, es una causa significativa de mortalidad, especialmente entre los niños de 1 a 4 años. Las circunstancias pueden variar, desde distracciones de los adultos hasta defectos en la infraestructura. Este incidente subraya la importancia de la prevención y la conciencia en entornos donde el riesgo de ahogamiento está presente.
La pérdida de la pequeña en Suipacha resalta la necesidad de crear conciencia sobre los peligros del agua y refuerza el llamado a la vigilancia constante, un recordatorio trágico de la vulnerabilidad de los niños ante estos riesgos.
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