Economía y Empresas | Al borde de la quiebra
Tras casi seis años de concurso y al borde de la quiebra, la Justicia de Reconquista aprobó el acuerdo de salvataje y dispuso la transferencia total de las acciones de Vicentin a Grassi S.A., con ejecución inmediata.
El largo y complejo proceso judicial de Vicentin S.A.I.C. llegó a un punto decisivo. El Juzgado Civil y Comercial de Segunda Nominación de Reconquista homologó de manera definitiva el acuerdo de salvataje y autorizó el traspaso inmediato de la totalidad de las acciones a Grassi S.A., la firma que desde ahora quedará al frente de la cerealera.
La resolución fue firmada por el juez Fabián Lorenzini, quien conduce el concurso desde febrero de 2020. En una sentencia de 52 páginas, el magistrado rechazó las impugnaciones presentadas y dio luz verde al acuerdo concordatario, habilitando la salida institucional de la empresa tras años de incertidumbre financiera.
En su fallo, Lorenzini dispuso homologar el acuerdo ofrecido por Grassi S.A. en el marco del proceso de salvataje y ordenar la transferencia total de las acciones de Vicentin, previo levantamiento de la inhibición concursal y únicamente a los fines de su concreción.
Además, estableció la ejecución inmediata del acuerdo con los acreedores. Para ello, Grassi deberá presentar en un plazo máximo de tres días un cronograma detallado de pagos, con fechas y condiciones de cumplimiento, incluso para aquellos acreedores que no hayan optado por una propuesta específica.
Si bien la decisión marca el cierre de un proceso que se extendió por casi seis años, fuentes judiciales no descartan que aún puedan presentarse apelaciones por parte de quienes cuestionaron la propuesta de Grassi durante la tramitación del concurso.
Desde la empresa adquirente, conducida por Mariano Grassi, señalaron que la operación permitirá reactivar la cadena comercial del agro, generar previsibilidad para clientes y proveedores y fortalecer el entramado industrial vinculado al sector.
Con esta resolución, Vicentin deja atrás uno de los concursos más emblemáticos del país y abre una nueva etapa bajo control privado, en un escenario clave para la industria agroexportadora argentina.
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