30/07/2007 - Naciones Unidas - Las dos delegaciones llegaron por separado a la Misión Permanente de España ante la ONU, sede de las negociaciones, sin ofrecer declaraciones a la prensa.
Cada una sostuvo una entrevista previa con el embajador de España ante la ONU, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, quien realiza las funciones de mediador en nombre del Rey de España, y posteriormente se sentaron en la misma mesa para iniciar la segunda ronda del diálogo directo técnico.
En la agenda de esta reunión, que está previsto se prolongue hasta el 31 de julio, figuran tres aspectos relacionados con la ubicación de la papelera, las interrupciones en las comunicaciones entre los dos países y la protección medioambiental de la zona fronteriza, según decidieron las partes en la reunión celebrada a fines de mayo también en Nueva York.
La delegación de Uruguay está encabezada por el director general del Ministerio de Relaciones Exteriores, José Luis Cancela, y la argentina por la directora general de la Consejería Legal de la Cancillería, Susana Ruíz Cerutti.
Aunque las negociaciones en Nueva York discurren en un ambiente de completo hermetismo, fuentes gubernamentales señalaron en Buenos Aires que los técnicos presentes en las negociaciones reforzarán sus argumentos en favor de la reubicación de la planta papelera.
Esas mismas fuentes manifestaron su voluntad de que el asunto del emplazamiento sea el centro de la discusión, a pesar de que la instalación esté ya construida en más de un 95 por ciento.
Argentina argumenta que la edificación de la planta de celulosa de la empresa finlandesa Botnia, en la ciudad de Fray Bentos, en la rivera del Río Uruguay, supone un peligro ecológico para la región.
La española ENCE, en su momento, desistió de construir una fábrica similar en esa zona a causa de la polémica, que ha llegado a acciones como el corte de las vías de comunicación entre la rivera uruguaya y la argentina.
Buenos Aires recurrió el año pasado al Tribunal de La Haya después de que Montevideo diera el visto bueno a la construcción de la planta finlandesa, por considerar que es "una grave amenaza" a un sistema fluvial que es compartido entre los dos países.
Uruguay, sin embargo, niega que la papelera represente algún tipo de peligro, y a su vez acudió a la misma instancia internacional para denunciar los bloqueos de comunicaciones impulsados desde la provincia vecina argentina de Entre Ríos.
El tribunal internacional desestimó el recurso uruguayo, mientras que el argentino aún está en trámite.
Botnia indicó la semana pasada que la construcción de la planta está prácticamente terminada, ya que se ha realizado el 95 por ciento de lo planificado, por lo que podría entrar en funcionamiento a finales de agosto o principios de septiembre.
El conflicto de las papelera que se inició hace más de tres años llevó a las relaciones entre los dos vecinos a su punto más bajo en décadas.
Tras varias negociaciones bilaterales fracasadas, los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner, y de Uruguay, Tabaré Vázquez, finalmente solicitaron los buenos oficios del rey Juan Carlos de España durante la última Cumbre Iberoamericana, celebrada en Montevideo en noviembre pasado.
El entendimiento para iniciar un diálogo directo fue alcanzado en febrero pasado y fue el paso previo para la reunión que celebraron las delegaciones de ambos países el pasado 18 de abril en Madrid, en la que acordaron continuar con las negociaciones en Nueva York. EFE
