25/05/2009 - Más de 600 mil personas, entre ellas la presidenta argentina, Cristina Fernández, participaron de forma simbólica del tallado de las coronas de la Virgen del Rosario y el Niño Jesús, en una misión encomendada al afamado orfebre Juan Carlos Pallarols.
El artesano explicó que mediante un contador dispuesto bajo las coronas se registraron hasta el viernes pasado "más de seis millones de golpes de martillo sobre cinceles de acero para ir moldeándolas".
Pallarols realizó un recorrido por el país en esta tarea y la culminó la semana pasada en un hogar de discapacitados de las afueras de Buenos Aires.
La imagen de María del Rosario fue bendecida en Roma en 1884 por el papa León XIII, mientras el rosario que porta recibió la bendición de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Esta devoción, una de las más importantes demostraciones de fe de la Iglesia Católica en Latinoamérica, se inició a partir del testimonio de una vecina de la ciudad, Gladys Motta, a quien la Virgen comenzó a manifestársele en 1983.
Según el testimonio de la mujer, la Virgen le pidió que le construyera un templo en ese lugar y que difundiera su pedido del rezo del Rosario.
De acuerdo con el relato de Motta, que actualmente vive casi recluida, la Virgen le indicó la existencia de una imagen de María con el Niño en brazos y un rosario, enviada en el siglo XIX por el papa León XIII, que estaba arrumada en el campanario de la Catedral de San Nicolás y que es hoy venerada en el santuario de "el campito".
El Vaticano aún mantiene bajo estudio las apariciones en San Nicolás, aunque la devoción es acompañada por la Iglesia.
La aparición de la Virgen se conmemora cada 25 de septiembre, cuando a San Nicolás, situada a unos 250 kilómetros de Buenos Aires, llegan fieles de todo el país. EFE