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Último parte médico: Cata muestra una recuperación esperanzadora
Tras una cirugÃa de más de once horas en el Hospital Garrahan, la pequeña de 10 años que resultó gravemente herida por la explosión de una maqueta en Rancagua evoluciona favorablemente. Los médicos destacan su progreso y continúan con un seguimiento estricto.
Hace 15 horas.
La historia de Catalina, la niña de 10 años que sufrió lesiones graves en la explosión ocurrida durante una feria de ciencias en el Instituto Comercial de Rancagua, conmueve a toda la comunidad. Según el último parte médico difundido por el Hospital Garrahan, la menor “evoluciona favorablemente”, respira por sus propios medios y “responde a órdenes simples”, signos que generan alivio luego de días de intensa preocupación.
La paciente fue trasladada en helicóptero sanitario desde Pergamino y debió ser sometida a una cirugía de alta complejidad que duró más de once horas, realizada por un equipo multidisciplinario de siete especialidades. El objetivo principal de la intervención fue preservar su vida y reparar las lesiones craneofaciales provocadas por el impacto de un fragmento metálico que ingresó por el maxilar superior y se alojó peligrosamente a dos milímetros de la arteria carótida.
“Se mantiene estable y fuera de peligro, aunque continúa bajo estricto seguimiento dada la magnitud del traumatismo. Respondió muy bien al tratamiento quirúrgico y ya respira por sus propios medios”, explicó Daniel Buamscha, jefe de Terapia Intensiva del hospital porteño.
Los especialistas detallaron que el procedimiento incluyó neurocirugía y reconstrucción facial de alta complejidad, entre ellas una craniectomía descompresiva, una polectomía del lóbulo temporal para controlar el sangrado intracerebral, y abordajes combinados de base de cráneo y rostro para extraer el fragmento metálico. También se realizó una traqueotomía para mejorar la ventilación durante el proceso postoperatorio.
Tras la intervención, Catalina permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos, bajo monitoreo constante y con sedación analgésica. “Estos días son decisivos. El despertar será paulatino y controlado para evaluar posibles secuelas”, indicaron los médicos.
El accidente que marcó su vida se produjo durante la exposición de un proyecto escolar que simulaba la erupción de un volcán, cuando el artefacto explotó repentinamente, provocando heridas a varios estudiantes y adultos. Entre ellos, una mujer que también resultó con lesiones graves y fue derivada al Hospital San Felipe, en San Nicolás.
Mientras continúa su recuperación, Pergamino y Rancagua se mantienen unidos en cadenas de oración y apoyo a la familia de Catalina, cuyo caso generó una profunda reflexión sobre la seguridad en actividades escolares.