Sociedad | Salud
Crisis en el Hospital Garrahan: Denuncian fuga de profesionales y precarización laboral
Médicos y gremialistas alertan sobre el deterioro del principal hospital pediátrico del paÃs. Reclaman mejores salarios, estabilidad laboral y advierten que el desmantelamiento del sistema público pone en riesgo la atención de miles de niños.
Hace 1 hora.
El Hospital Garrahan, símbolo de la pediatría argentina, enfrenta su momento más crítico en casi cuatro décadas de historia. Entre renuncias masivas, precarización laboral y equipos desmantelados, médicos y gremialistas advierten que la salud pública está en riesgo.
Desde la Terapia Intensiva, el doctor Mauro García trazó un panorama alarmante:
“Desde hace más de 18 meses que el hospital viene perdiendo poder adquisitivo en los ingresos de los trabajadores… muchos equipos especializados tomaron la resolución de irse. Ayer contabilizamos 245 renuncias desde que comenzó el conflicto”.
El dato es sensible: el Garrahan atiende el 40% de los pacientes oncológicos del país y hoy tiene vacantes sin cubrir en servicios críticos.
La situación se agravó tras el veto presidencial a la Ley de Emergencia Pediátrica, que buscaba recomponer salarios. “Era un alivio parcial, pero necesario. Ahora se potencia la bronca y la sensación de vaciamiento”, sostuvo García.
El gremialista Alejandro Lipcovich, secretario general de la junta interna de ATE, coincidió en el diagnóstico:
“Se está privatizando un recurso humano formado en el sistema público, negando su uso a quienes más lo necesitan. Nuestro reclamo es justo, respaldado por las familias y la realidad que vivimos todos los días”.
Ambos destacan que las ofertas de contratación bajo locación de servicios, sin vacaciones ni aguinaldo, aceleran la fuga de profesionales hacia el sector privado.
La respuesta gremial ya está en marcha: paros, movilizaciones y llamados al Congreso. Según Lipcovich, se busca “condicionar al Parlamento y al Gobierno para frenar la degradación del hospital”.
Mientras tanto, los turnos programados siguen suspendidos y solo se garantizan guardias mínimas y emergencias. “Este país no puede funcionar sin salud pública”, advirtió García, dejando abierta la posibilidad de acudir a la Justicia si la situación no mejora.