PolÃtica | Elecciones
¿División o estrategia? El manual repetido y el marketing del poder
Cristina Kirchner y Axel Kicillof escenificaron una aparente reconciliación polÃtica en la provincia de Buenos Aires. Una jugada previsible, diseñada para confrontar, negociar y finalmente reunificar fuerzas de cara a las elecciones. Mientras tanto, la ciudadanÃa, una vez más, queda atrapada en la lógica del marketing del poder.
Hace 1 dÃa.
En una escena digna del más clásico manual político, Cristina Kirchner y Axel Kicillof se reunieron para dar forma a una estrategia de unidad electoral en la provincia de Buenos Aires. El encuentro, formalmente confirmado por la gobernación bonaerense con una escueta frase, dejó al descubierto una jugada que muchos ya anticipaban: confrontar para luego construir un frente común y evitar la fragmentación en un territorio clave.
La ex presidenta y el gobernador —distanciados durante meses— coincidieron en conformar una mesa de diálogo entre “los diferentes espacios”. Sin embargo, se encargaron de aclarar que la unidad no está asegurada, aunque a esta altura parece más una puesta en escena que una verdadera incertidumbre.
El trasfondo es claro: la reciente alianza entre La Libertad Avanza y el PRO dejó al peronismo en alerta. Dividirse sería suicida electoralmente. Por eso, lo que comenzó con críticas cruzadas y lanzamientos por separado, como el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) de Kicillof, terminará —probablemente— en una fórmula de unidad apenas disimulada.
Esta sucesión de hechos no sorprende. Se trata de una táctica conocida: crear tensión, marcar diferencias, negociar desde posiciones de fuerza y, finalmente, reconstruir una unidad controlada. En el medio, la opinión pública observa —a veces con escepticismo, a veces con credulidad— cómo el poder se reinventa, una vez más, con más forma que fondo.
Kicillof, por su parte, juega su propio juego. Apunta a fortalecerse, cansado de lo que considera un boicot interno por parte de La Cámpora, y con la mirada puesta en 2027. Cristina, en cambio, busca preservar su centralidad política y, al mismo tiempo, garantizarse los benditos fueros que la mantengan a salvo del frente judicial. Está convencida de que Kicillof cometió un error al desdoblar la elección y no duda en repetirlo en privado con énfasis. Para ella, el gobernador debería retroceder en esa decisión para evitar una derrota como la de Jorge Macri en CABA.
A medida que se acerca el cierre de listas el 19 de julio, la narrativa de división empieza a dar paso a la de unidad negociada. El objetivo, como siempre, es sobrevivir electoralmente, aun a costa de las convicciones proclamadas en público.
En definitiva, lo que para muchos es una crisis, para los estrategas del peronismo es una oportunidad de marketing político. Y en ese juego, la ciudadanía sigue siendo espectadora —y a veces rehén— de un poder que no se resigna a dejar de ser.