Gonzalo Bonadeo: «Las polémicas son solo la punta del iceberg en el fútbol argentino»

Con una mirada crítica y sin rodeos, Gonzalo Bonadeo delineó en Somos Nosotros un panorama complejo sobre el poder real que se mueve detrás del fútbol argentino. Para el periodista, las controversias recientes no son más que “la superficie de un problema mucho más profundo”.

Bonadeo explicó que la intervención de una federación nacional solo es viable cuando existen pruebas contundentes de corrupción o irregularidades, pero remarcó que en Argentina ese escenario es improbable: las influencias globales que orbitan alrededor de la Selección y de su capitán vuelven impensable una decisión de ese tipo. “Nadie imagina a Gianni Infantino o Alejandro Domínguez aceptando la intervención de la federación donde juega Lionel Messi y donde Tapia es un socio estratégico”, señaló.

En su análisis, describió que la AFA funciona como un brazo local de la FIFA, del mismo modo en que el Comité Olímpico Argentino depende del COI. Esta estructura internacional, sostuvo, convierte a las federaciones en entes autárquicos y difíciles de reformar desde la política local. Para graficarlo, recordó casos históricos y hasta mencionó, con ironía, al exmandatario ecuatoriano Abdalá Bucaram.

Bonadeo también se refirió a la polémica por el título otorgado a Rosario Central, que definió como “lo menos importante” frente al deterioro estructural del sistema. Cuestionó además las incoherencias dirigenciales y señaló que el rol pasivo de Independiente, pese a ser conducido por figuras de gran influencia política, revela “hacia dónde se alinean los intereses”.

Respecto al debate sobre las sociedades anónimas deportivas, lo calificó como “otra bomba de humo”, comparándolo con la ley de divorcio: existe, pero no obliga a nadie a adoptarla. Para él, la discusión está sobredimensionada.

La histórica crisis del arbitraje también fue parte de su análisis. Recordó que “las trampas vienen desde antes del VAR” y evocó intentos de los años 40 de traer árbitros ingleses para elevar la transparencia. Sin embargo, sostuvo que el VAR “institucionalizó aún más” la percepción de injusticia.

Finalmente, Bonadeo subrayó la enorme distancia entre las luchas de poder del fútbol local y el rendimiento de la Scaloneta, a la que definió como un auténtico “blindaje”. Los triunfos deportivos, afirmó, amortiguan cualquier cuestionamiento a la conducción actual y representan un acierto histórico comparable al impacto que tuvieron, en su tiempo, las decisiones de Menotti y Bilardo.