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La perpetuidad en el poder: Chiqui Tapia seguirá al frente de la AFA hasta 2028
En un movimiento que refleja la costumbre argentina de perpetuarse en el poder, tanto en el ámbito futbolÃstico como en el polÃtico, Claudio "Chiqui" Tapia seguirá como presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) hasta 2028. Una práctica que recuerda los dÃas de Julio Grondona, quien ocupó el mismo cargo por más de tres décadas.
17-09-2024
La noticia de que Claudio Tapia continuará al frente de la AFA hasta 2028 no sorprendió a muchos. Con la presentación de una única lista para las elecciones, no habrá una verdadera competencia y Tapia mantendrá su mandato sin oposición. Esta reelección, anunciada oficialmente este lunes, marca la continuidad de un fenómeno muy argentino: la concentración de poder durante períodos prolongados, una tendencia que ha permeado no solo el fútbol, sino también la política y otros sectores clave del país.
Tapia, quien se ha consolidado como una figura central en la dirigencia del fútbol argentino, agradeció a los que lo acompañan en su lista: "Esta lista está conformada por los mejores dirigentes del fútbol argentino. Los nuevos integrantes tienen un gran compromiso de trabajo para que tengamos un fútbol mejor", aseguró en declaraciones al sitio oficial de AFA. El nuevo Comité Ejecutivo, que será formalizado el 17 de octubre, incluirá nombres destacados como el de Juan Román Riquelme como Vicepresidente 1°, un puesto previamente ocupado por Jorge Amor Ameal.
Este ciclo de perpetuidad recuerda inevitablemente a la figura de Julio Grondona, quien dirigió la AFA durante 35 años ininterrumpidos. Grondona asumió el poder en 1979, apenas un año después de que Argentina ganara su primera Copa del Mundo, y mantuvo su control absoluto hasta el día de su muerte en 2014. La falta de alternancia en el liderazgo del fútbol argentino sigue siendo una preocupación para muchos, quienes ven en Tapia una especie de sucesor de la era Grondona, caracterizada por la falta de renovación y el manejo discrecional del poder.
Este patrón no es exclusivo del mundo del fútbol. En la política argentina, la perpetuidad en el poder es un fenómeno recurrente. Gobiernos, mandatarios e incluso dirigentes sindicales han mantenido sus posiciones durante décadas, muchas veces utilizando estructuras que dificultan la aparición de nuevas voces o la renovación democrática. El caso de Tapia es solo un nuevo episodio en una larga historia de líderes que parecen tener un lugar asegurado en la cima del poder.
Mientras tanto, la oposición dentro de la AFA brilla por su ausencia, y la renovación sigue siendo un desafío pendiente para el futuro del fútbol argentino. Queda por ver si este nuevo mandato de Tapia traerá consigo los cambios necesarios o si, como muchos temen, continuará la dinámica de control prolongado que tanto caracteriza a las instituciones deportivas y políticas del país.