Sociedad | Provincia de Buenos Aires
Tormenta devastadora en el centro bonaerense: Urdampilleta, la más afectada
Un violento temporal de lluvia, viento y granizo azotó a varias localidades del interior bonaerense, con Urdampilleta como epicentro del desastre. Más de 50 viviendas dañadas, árboles y postes caÃdos, y cortes de energÃa generalizados. No hubo vÃctimas, pero el impacto fue severo.
Hace 5 horas.
El centro de la provincia de Buenos Aires volvió a ser escenario de una tormenta feroz, que afectó principalmente a la localidad de Urdampilleta, en el partido de Bolívar, durante la noche del lunes 3 de noviembre y la madrugada del martes 4 de noviembre de 2025.
En pocas horas cayeron 140 milímetros de lluvia, acompañados por fuertes ráfagas de viento y granizo, que provocaron daños estructurales en decenas de viviendas y en la infraestructura eléctrica.
El intendente Marcos Pisano confirmó que no hubo víctimas, aunque hubo personas autoevacuadas y 20 vecinos asistidos en el Hospital Miguens por daños totales en sus hogares. “Fue una especie de milagro que no tengamos que lamentar heridos”, expresó.
El municipio informó la caída de más de 100 postes de luz, 40 árboles de gran porte y más de 50 techos volados. El servicio eléctrico permanecía interrumpido mientras Defensa Civil, Bomberos, Policía y Protección Ciudadana trabajaban en el despeje de calles y la asistencia a los damnificados.
El titular de Defensa Civil bonaerense, Fabián García, aseguró que “fue fuerte, pero no hubo heridos” y destacó que más de ocho equipos provinciales se desplegaron para evaluar daños y coordinar tareas de emergencia.
El gobernador Axel Kicillof mantiene comunicación permanente con las autoridades locales, mientras se monitorea la evolución del clima, ya que el Servicio Meteorológico Nacional había anticipado tormentas severas con ráfagas de hasta 70 km/h y granizo en los municipios del centro y noroeste provincial.
En paralelo, localidades como Pehuajó, Trenque Lauquen y Florentino Ameghino restringieron la circulación de camiones y vehículos pesados para evitar mayores daños en los caminos rurales, ya deteriorados por la humedad constante.
El panorama en la región es crítico: ríos crecidos, campos anegados y caminos intransitables, en una zona que aún no logra recuperarse de la crisis hídrica que marcó gran parte del año.