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Tres Arroyos: ¿Qué llevó a Fernando Dellarciprete a matar a su familia?
Una tragedia en Tres Arroyos con un desenlace anunciado: entre el horror, la salud mental y la impunidad del silencio.
Hace 1 dÃa.
El femicidio de Rocío Villarreal, el asesinato de sus dos hijos y el posterior suicidio del agresor sacuden a la Provincia y abren preguntas sobre la contención, el sistema judicial y los vacíos del abordaje psiquiátrico.
Una historia que comenzó como un accidente de tránsito en la ruta 228, cerca de Necochea, terminó revelando una de las tragedias más estremecedoras del año. Fernando Dellarciprete, de 42 años, asesinó a su pareja Rocío Villarreal, mató a sus dos hijos menores y luego se suicidó arrojándose debajo de un camión. El caso, con epicentro en Tres Arroyos, expone una secuencia casi de manual del horror doméstico, envuelto en una densa niebla de preguntas sin respuestas.
La secuencia criminal se reveló cuando la policía halló, en el kilómetro 69 de la ruta 228, una camioneta Renault Duster con documentación y pertenencias de menores. De inmediato, desde la fiscalía de Necochea se ordenó inspeccionar el domicilio familiar en calle Larrea al 100, en Tres Arroyos. Allí fue encontrado el cuerpo sin vida de Rocío, con una herida cortante en el cuello, confirmando lo que sería el inicio de un macabro plan criminal.
Dellarciprete, tras asesinar a su esposa, se dirigió a buscar a sus hijos a la escuela. El desenlace fue brutal: los menores fueron hallados sin vida en un lecho de agua. Las autopsias concluyeron que murieron por asfixia por sumersión, en un acto homicida sin signos de defensa, lo que descarta cualquier intento de resistencia. Luego, Fernando buscó terminar con su propia vida: antes de arrojarse al paso de un camión en el kilómetro 75, incluso pidió un arma prestada en un campo cercano, pero al no obtenerla, optó por lanzarse a la ruta.
Desde la Unidad Fiscal N° 6, la fiscal Natalia Ramos confirmó que Dellarciprete estaba bajo tratamiento psiquiátrico, y citó a sus profesionales de cabecera para esclarecer posibles antecedentes o señales de alerta. La existencia de dos causas judiciales en jurisdicciones distintas –una por femicidio en Tres Arroyos y otra por homicidio calificado y suicidio en Necochea– pone de manifiesto la necesidad de unificar el expediente y entender el caso como una sola cadena de hechos.
Las motivaciones aún están en análisis, pero surgen elementos centrales: un entorno sin intervención, una salud mental desbordada, y un Estado ausente. El silencio social, la dificultad de acceder a tratamientos adecuados, y la falta de alertas judiciales pueden haber permitido que el drama se consumara sin intervención a tiempo.