Sociedad | Conflicto histórico
¿Un Cariló cercado? El polémico proyecto para alambrar la frontera con Villa Gesell vuelve a encender tensiones
Vecinos y empresarios de Cariló impulsan un plan para alambrar toda la localidad, instalar controles con escaneo de DNI y limitar los accesos a apenas cuatro ingresos. La iniciativa reaviva un conflicto histórico con Villa Gesell.
Hace 4 horas.
Cariló vuelve al centro de la polémica. Un grupo de vecinos, empresarios y firmas de seguridad trabaja en un proyecto para cerrar perimetralmente la localidad, incluida la frontera sur que limita con Villa Gesell, con el objetivo declarado de “brindar más seguridad”. El plan fue revelado por Pinamar Diario, que detalló que la propuesta combina infraestructura, vigilancia privada y controles de ingreso similares a los de los barrios cerrados.
Entre las medidas previstas, se incluye el alambrado completo hacia la Ruta Interbalnearia N° 11 y toda la línea divisoria con Villa Gesell. Además, la iniciativa propone escaneo obligatorio de DNI en todos los accesos, un sistema ya instaurado en urbanizaciones privadas de Pinamar y Costa Esmeralda.
Cómo sería el nuevo esquema de seguridad
El denominado Programa Complementario de Seguridad plantea un esquema cerrado:
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Solo cuatro accesos habilitados: el límite con Cariló, el ingreso desde Ostende, el límite con Valeria del Mar y el acceso principal por la calle Bunge.
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Patrullaje privado 24/7, con móviles y camionetas 4×4.
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Eliminación de entradas secundarias o informales.
Los impulsores esperan presentar formalmente el proyecto ante las autoridades locales en los próximos días.
Un conflicto que viene de años
La tensión entre Cariló y Villa Gesell no es nueva. Según Data Clave, cada temporada de verano se reactiva el cruce de acusaciones sobre los hechos de inseguridad, y parte de los vecinos de Pinamar señalan a la ciudad vecina como responsable.
No es la primera vez que surge un intento de “separación física”. En el año 2000, el entonces responsable de Seguridad, Armando Toniolli, propuso cercar Cariló con alambre olímpico y púas para frenar supuestos ingresos delictivos. El proyecto fue duramente cuestionado y el intendente Blas Altieri lo calificó como algo “más propio de un country que de un municipio”.
Hoy, dos décadas después, la discusión vuelve con más fuerza y un enfoque más sofisticado, pero igual de controversial.