Aeromodelismo - Lindo sábado a pesar del viento

Lindo sábado a pesar del viento

Muchos hicieron grandes planes para disfrutar del hobby en este fin de semana largo, pero el intenso viento, con ráfagas de hasta 50 kms, hizo que haya más charlas que vuelos.

Igualmente no todo fue negativo este fin de semana (incluyendo la actualidad política y social). El intenso viento hizo que un inofensivo lechón saliera de su hábitat, se desorientara, se perdiera y apareciera en las calles de la ciudad. El destino hizo que él mismo buscara su final al pasar caminando lentamente por el medio de la calle San Lorenzo al 800. El episodio lo tomó a Coco Ramunno de sorpresa. Ve al porcino pasar frente a su lugar de trabajo mientras bobinaba un motor. Sin dudar, le saca dos metros de alambre de cobre al motor, se pone una vincha a lo Rambo, un cuchillo entre los dientes a lo Simeone, y sale a la caza del inofensivo lechón. Lo enlazó y lo llevó a la rastra hasta una panadería cercana...

Coco: Me lo podes hacer para el mediodía?

Panadero: No hay problemas…¿Qué se te dio por hacer un lechón?

Coco: La verdad, perdí una apuesta.

Panadero: ¿Qué apuesta?

Coco: Un piloto de aeromodelismo me apostó que con un año de práctica me hacía un estacionario a un metro del piso.

Panadero: ¿Y?

Coco: …y el pibe a los seis meses me lo colgó!

Panadero: Pero con un año de práctica te lo cuelgo yo también!

Coco: No hables pavadas!

Panadero: Te juego una apuesta!

Coco: No, no. Está bien! Tenés razón. Es todo práctica y entrenamiento!

…y así Coco Ramunno cumplió con el lechón…

"Nos quedamos corto con el lechón", dijo Coco al terminar la jornada.

Lo último que hizo el lechón fue caminar por la calle San Lorenzo

Fue la comida con mas convocatoria que hemos hecho. Aún faltaba gente que había quedado del otro lado del piquete...Fuí al rescate de ellos...

Del otro lado. Fuí en busca de la gente que había quedado del otro lado del piquete...Javier, Fabián, Aníbal y los hermanos Erquicia.

Evité un estallido social. Si después de tanto lío para pasar el piquete, les decía en ese preciso momento lo que quedaba del lechón...se armaba una campal.

Los hermanos Erquicia, Aníbal y Javier buscando con lupas restos de lechón. "Mirá lo que me dejaron!!!!...encima yo fui quien te armó el Funtana para la apuesta!!!", deliraba Javier.

Y si, Fabián y Javier terminaron comiendo choripan!

...y yo también!

Después de una tarde donde compartimos lindos momentos entre risas y anécdotas, tuvimos que hacer 30 kilómetros de caminos de tierra para eludir el piquete, que según dicen, dejan pasar normalmente.