El Solar Impulse completa el primer vuelo nocturno de un avión solar
El "Solar Impulse" marcó hoy un hito en la aviación solar al completar un vuelo de más de 26 horas durante las cuales pudo mantenerse en el aire de noche gracias exclusivamente a la energía obtenida del Sol que captó de día.
El prototipo de avión, con una envergadura de 63,4 metros -similar a la de un Airbus 340- y 1.600 kilos, nutrió sus reservas energéticas gracias a 12.000 células fotovoltaicas encargadas de llenar sus baterías desde su despegue el miércoles a las 06.51 de la mañana.
En su larga travesía nocturna, y en medio de unas ideales condiciones meteorológicas, el avión realizó varios trayectos de ida y vuelta a una velocidad de 50 kilómetros por hora a fin de preservar al máximo la energía que había acumulado.
En las horas sin luz, el prototipo surcó el cielo a una altitud de crucero de 1.500 metros, después de que durante el día se hubiera desplazado a unos 3.300 metros, con el citado pico de más de 8.500 metros bien entrada la tarde.
A los mandos del aparato, Borschberg, instalado en una pequeña cabina donde disponía de una máscara de oxígeno y un paracaídas, se mantuvo despierto gracias al café, y saciado gracias a bocadillos y barritas energéticas.
El piloto también contaba con un tubo conectado a un depósito de agua.
"Ha sido el vuelo más increíble de mi vida en los 40 años que llevo pilotando, sólo viendo cómo los niveles de la batería subían y subían gracias al sol", detalló Borschberg.
Con 26 horas sin tocar el suelo, el "Solar Impulse" ha superado a la anterior marca de aviones de esta naturaleza, lograda en 1981, cuando otro avión solar ultraligero con un piloto a bordo, denominado "Solar Challenger", logró volar de Francia a Inglaterra en cinco horas.
El "Solar Impulse" -con el que Piccard planea primero realizar un vuelo transatlántico y luego dar la vuelta al mundo en 2013- había logrado su mejor marca el pasado 7 de abril, cuando voló durante una hora y media.
El pasado 1 de julio, el "Solar Impulse" tuvo que posponer su primer vuelo nocturno debido a problemas técnicos que hubiesen impedido el seguimiento desde tierra de parámetros cruciales para la seguridad de la nave y su tripulación.
La meta final de Piccard consiste en que el prototipo, con un coste de 70 millones de euros, circunvale el mundo con cinco escalas en cinco días dentro de tres años.
Este proyecto, que ha requerido cinco años de trabajo, entre simulaciones y su construcción, busca demostrar el potencial de las energías renovables, promover su utilización y probar el ahorro de energía que puede lograrse gracias a las nuevas tecnologías.
Piccard, un aventurero de poco más de 50 años y nieto del inventor del batiscafo, Auguste Piccard, se convirtió en 1999 en el primer hombre en dar la vuelta al mundo en globo sin escalas. EFE
El auto volador
El vehículo, fabricado por una firma neocelandesa, fue presentado al público una vez autorizado por las autoridades aeroportuarias norteamericanas, convirtiéndose de un exitoso proyecto, a ser una realidad que en pocos años más podría llegar a nuestro país.

No son pocas las personas que al estar estancado en un taco, sueñan con presionar un botón y salir volando tranquilamente hacia su destino. Pues este sueño de muchos se hizo realidad, cuando la empresa de origen neocelandés Terrafugia presentó su prototipo de auto volador, cuyas características especiales le permiten ser conducido en cualquier carretera y, tras algunos cambios, desplazarse por los aires como cualquier aeronave menor.
“Pese a este gran avance, el denominado “Auto Volador” aún presenta las aplicaciones de cualquier avión privado, teniendo que obligatoriamente cumplir con todas las regulaciones vigentes de la aeronáutica civil, debiendo, por ejemplo, despegar y aterrizar en un aeródromo o aeropuerto habilitado por la Dirección General de Aeronáutica civil (DGAC)”, comenta Rodrigo Suárez, Jefe de proyectos del Centro de Aplicaciones Aeroespaciales (CAA) de la Academia de Ciencias Aeronáuticas (ACA) de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM).
“Para que el funcionamiento de este vehículo llegue todavía a ser algo cotidiano, falta mucho, no es tan simple como ir en una autopista, observar que más adelante hay congestión, presionar un botón e irse volando hacia el destino. No es tan así”, agregó Rodrigo Suárez.
Cabe indicar que este “Auto volador” aún debe cumplir con algunas regulaciones aeronáuticas, por lo se estima que recién en el año 2011 podría comenzar a venderse en unos 194 mil dólares, precio similar a lo que cuesta un vehículo deportivo moderno.
“Sin duda este vehículo viene a cumplir un sueño bastante antiguo, por el cual ya han habido muchos intentos de crearlo, pero es este último modelo el primero que obtuvo la aprobación de las autoridades aeronáuticas norteamericanas, siendo este el primer paso para que quizás en un futuro podamos utilizar este tipo de vehículos”, finalizó el investigador del CAA.
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