Vuelos nocturnos en las noches de verano
A las 23hs de esta noche calurosa de martes, un mensaje de texto me anunciaba... "Estoy yendo para el campito a hacer un par de vuelos nocturnos"...se trataba del popular Boni. No dude en responderle "aguantame que ya voy!".

El boerito con sus luces reglamentarias encendidas antes del primer vuelo (verde a la derecha y roja a la izquierda)
Cuando llegué al campito me encuentro a Boni con su familia completa disfrutando de una brisa tan fresca que daba ganas de quedarse hasta el amanecer. Me preguntó si tenía linterna por si había que ir a buscar el avión a la soja...(???)...Boni, me extraña....no te tenés fé!!!
El boerito decoló como si nada, tomó altura y el piloto tomó confianza. Se mandó un tonel y un looping. Realmente hay que tener una concentración total. Tengo que reconocer que en varios momentos perdí la noción de la posición en que estaba el avión. Los virajes son el punto débil del vuelo, ya que se juntan todas las luces y realmente tenés que utilizar la imaginación para seguir la posición del modelo.
Todo bien, pero el aterrizaje?
Inicial, básica y final...ahí se viene el boerito apuntando a la pista...mejor dicho las luces del boerito. Enciende la luz blanca ubicada en el borde de ataque del ala y se va aproximando a la pista...se alcanza a visualizar el pasto y logra un aterrizaje totalmente exitoso...(aplausos)...
El boerito luego del aterrizaje
Luego de charlar acerca del vuelo y apreciar las estrellas y constelaciones desde un lugar tan privilegiado, volvió a realizar otro vuelo con toques y despegues y un aterrizaje final nuevamente exitoso. Realmente una experiencia única, que me gustaría que se vuelva a repetir aquí en nuestro campito y en febrero en Camilo Aldao. Grande Boni!!!!
Fiebre del sábado por la tarde
Quién va a estar en el campito con este día?...seguramente fue la pregunta que nos hicimos todos...pero las ganas de volar nos pudo a unos cuantos. Entre ellos, los hermanos Giacoma, "pilotos de guerra", entrenados para situaciones extremas. No importa si hay 50 km de viento, lluvia o granizo, ellos llegan, arman y a volar!
Una leve llovizna persistía aún, el arco iris de fondo, Guillermo reestrenando su CAP 232 y su hermano Nacho asistiéndolo, con un poco de frío, pero solucionado momentaneamente con una sábana que extrajo de su camioneta.

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