Acerca de la visión de vida de Cristina Sanchez

Valeria Diaz, a la par de Cristina Sanchez

 “A partir de ahora mi Visión de Vida es disfrutar cada segundo de lo que decido hacer y lo que sea que haga, hacerlo desde el corazón, respetando todo lo que quiero ser, hacer o decir. Valorarme y quererme ante todos y ante todo, porque es muy cierto lo que se dice “si no te valoras o querés a vos mismo, jamás podrás hacerlo hacia el resto.

Mi experiencia en el comunitario realmente fue increíble. Siempre pensaba que me hubiese gustado ayudar a las personas en algún comedor, hogar, o geriátrico, pero jamás lo lleve a cabo, por falta de decisión, o voluntad y , donde viví una experiencia única, inigualable, donde uno ve realmente que haciendo las cosas con el corazón, con amor, brindándose desde lo más profundo de cada uno, hay gente que se puede transformar, aunque sea solo por un rato puede salir de su realidad, y ser parte de eso me llenó el alma

Cada vez que salía del comedor me sentía plena y con ganas de no irme, esperando con muchísimas ansias al próximo encuentro, gracias a Cristina Sánchez y a la Fundación Corriente Cálida Humanística por dejarme vivir algo tan intenso.

Siendo fiel a mis propias convicciones y dejar de ser quien está de acuerdo con cualquier opinión, para no molestar a los demás o simplemente para caer bien, porque me di cuenta que las personas auténticas son aquellas que se respetan a sí mismos, defienden su opinión, sin dejarse influenciar por nada ni por nadie, suena muy fácil y lógico, pero todos sabemos que no es así, de esta manera, porque justamente lo que escasea hoy en día son las personas auténticas.”

Hermosas palabras de Valeria Diaz, en el marco de la experiencia comunitaria de colaboradores de Fundacion Corriente Calida Humanistica, gracias a Cristina Sanchez.

Cristina Sanchez junto a otra fabulosa experienicia

Testimonio de Milton Marangon, a través de  Cristina Sanchez, y en el marco de la experiencia comunitaria de Colaboradores de la Fundación Corriente Calida Humanística.

“Uno da sin esperar nada a cambio y termina recibiendo mucho más de lo que dio. Mi experiencia comunitaria en el merendero Pro-Vida fue muy linda y constructiva. Aprendí el significado de dar sin esperar nada a cambio. Es reconfortante y al mismo tiempo asombroso.

A partir de ahora mi Visión de Vida es que volvimos a esta vida a dar. No sirve guardarse nada para uno porque hacer la diferencia es sacar todo de adentro y darlo. No esperar nada a cambio y encontrar la satisfacción al hacerlo. Dar amor en todas sus formas y matices, creo que es la verdadera felicidad, es aquello a lo que me dirijo y que quiero para mi vida. Disfrutar de los seres que nos acompañan en este corto e intenso camino que es la vida es otro de las grandes recompensas que uno mismo puede darse. No esperando nada del resto y disfrutando de cada experiencia que nos toque vivir.

Cuando uno logra sentir que da sin esperar nada es el momento es que uno comienza a disfrutar del resto. Se permite aceptar a uno mismo y en consecuencia se posibilita aceptar al resto tal cual son. El abrazo de un niño, un dibujo, un te quiero o una pequeña sonrisa son tan gratificantes que hace sentir a uno que lo que le dio a cambio a esa personita fue poco en comparación. Es ahí cuando comprendí que ese ser que me dio a mí esa satisfacción no esperaba nada a cambio o que ese vínculo que se generó entre los dos fue puro.

Esta experiencia con los chicos del merendero fue un puntapié para mí a la hora de conectarme con las demás personas, en especial con mis seres más cercanos. Me siento bien por haberme permitido vivir ésta experiencia ya que me posibilita hoy a hacer las cosas de una manera diferente. Gracias Cristina Sánchez y a la Fundación Corriente Cálida Humanística por esta posibilidad maravillosa que viví! Creo sinceramente que la felicidad no es no tener momentos difíciles, sino que es la posibilidad de atravesarlos a pesar de nuestros miedos y así permitirse disfrutar de los momentos lindos y maravillosos de la vida.”