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Promoción de la paz, la libertad, la cultura y la tolerancia.

Eleazar Huerta por Francisco Arias Solís17/3/2010
 

ELEAZAR HUERTA VALCÁRCEL

(1903-1975)


Yo salí huyendo de España

en una noche sin luna.

Allí quedó mi casa

y allí quedó mi cuna.”

Eleazar Huerta.



LA VOZ DEL POETA DESTERRADO


Eleazar Huerta hizo en España, antes de la guerra provocada por la rebelión militar del general Franco, una poesía de una gran perfección formal con una importante reminiscencia modernista en un principio y, posteriormente, con influencias de Lorca, Alberti y Miguel Hernández. Poesía que sufre un notable cambio al llegar a Chile, país donde se había exiliado, como el poeta trató de explicarnos: “Atravesar los Andes / es contemplarse muerto, con un vago zumbar en los oídos / por conciencia y recuerdo...” “Atravesé los Andes / los Andes se quedaron en mi pecho / soy un hombre callado / que ve lo que no veo / soy una consecuencia de aguas y de aves / soy un fuego secreto / soy como un nuevo Lázaro / resucitado y muerto...” “El demonio terrible de los Andes / vaga por mis desiertos...” La alegría de la poesía de Huerta en España se transmuta en dolor en su poesía del exilio, que es una poesía de soledad.


El poeta, ensayista, crítico literario, filólogo, periodista, profesor universitario, jurista y político Eleazar Huerta Valcárcel nació en Tobarra, Albacete, el 22 de diciembre de 1903 y falleció en Santiago de Chile en 1975. Estudió bachiller en el Instituto General Técnico de Albacete y se doctoró en derecho en la Universidad Central de Madrid. Militante del Partido Socialista Obrero Español ejerció diversos cargos durante la República. Durante el “bienio negro” fue designado diputado provincial, aunque se negó a tomar posesión del mismo. Miembro de la Junta de Reforma Agraria. El 1 de marzo de 1936 fue elegido presidente de la Diputación Provincial de Albacete. El 16 de octubre de 1937 fue nombrado Director General de lo Contencioso. En ese año contrajo matrimonio con la joven Emilia Moreno Fernández. Durante la guerra fue decano del Colegio de Abogados de Albacete. Fue colaborador de numerosas publicaciones como El Progreso, Altozano, Ágora, República y El Eco del Pueblo. El 16 de octubre de 1935 la Asociación de la Prensa organizó los Juegos Florales de Albacete, en los que fue premiado como poeta. Al finalizar la guerra emprende el camino del exilio, marcha a Francia y desde allí a bordo del mítico Formosa, con un numeroso grupo de exiliados españoles, llegó a fines de diciembre de 1939, a Buenos Aires, desde donde siguió viaje a Chile. De su pasar por el Atlántico nos dejó este recuerdo: “Una línea de espuma / en el verde impasible / un bostezo de humo / en el tedio del día. / Y nada más. Desierto...” Fue profesor de literatura en la Universidad de Chile y en la recién creada Universidad Austral de Chile. En 1956 fundó la Facultad de Filosofía y Educación en la Universidad Austral de Chile, que le nombraría decano vitalicio, y cofundó con el profesor Guillermo Araya la revista Estudios Filológicos. Fue autor de la letra del himno de la Universidad Austral de Chile: “Porque se logre nuestro ideal / de un Chile grande y dichoso / la Juventud de esta tierra austral / da su esfuerzo generoso...” Perteneció al grupo redactor de España Libre, periódico quincenal publicado en Santiago de Chile, de febrero a diciembre de 1942, en el que ejerció la crítica de libros. Fue nombrado miembro de la Academia Chilena de la Lengua. A la mañana siguiente del pinochetazo sufrió un infarto agudo de miocardio, al comunicarle su mujer que su hijo era uno de los desaparecidos en una de las primeras redadas pinochetistas. Más tarde el hijo sería encontrado en el campo de exterminio llamado Valparaiso.


Entre 1921 y 1922 Eleazar Huerta publicó sus primeros poemas en el diario El Progreso. En 1934 publicó su Cancionero mozo. Su segundo poemario, Libro de Alo, fechado en 1939, no fue editado hasta 1992 por la Diputación Provincial de Albacete. En Chile publicó, entre sus obras más importantes, Poética del Mio Cid (1948), libro que dedicó a su esposa con esta dedicatoria: “Merecerías tú, como Ximena, el regalo de una Valencia, pero yo solo te puedo ofrecer este ensayo sobre el Poema de nuestro Gran Desterrrado”, y con ese mismo amor se acerca y nos acerca al héroe, Esquema de Poética (1966), Indagaciones épicas: la maravilla épica y su forma reveladora en la Ilíada y en el Poema del Cid (1968). Entre sus estudios filológicos citaremos: Cervantes, vida y creación, La ficción básica, Los géneros del decir hablado y El simbolismo de la mano en Bécquer. Y como dijo el poeta desterrado : “Pasamos frente a España / por delante de Denia / y su erguida montaña... / La nube se perdía / la patria se borraba / Adiós, hermosa mía, / mi corazón te guarda.”


Francisco Arias Solís


Donde mora la libertad, allí está mi patria.


Portal de Internautas por la Paz y la Libertad y de Foro Libre.


URL: http://www.internautasporlapaz.org






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Luis Alberto Quesada por Francisco Arias Solís15/3/2010
 

LUIS ALBERTO QUESADA


Dadme tierra de España

para hacer versos.

Y si no hay tierra,

dadme agua.

Dadme nieve de España

para hacer coplas.

Y si no hay nieve

dadme hielo o escarcha.”


Dadme un obrero,

un campesino,

un intelectual.


Dadme un poeta.

Quitadme al general...

y haremos patria.”

Luis Alberto Quesada.


LA VOZ DE UN LUCHADOR POR LA LIBERTAD


“Soy, en fin, amigo de todos los hombres que lucharon y luchan por un mundo mejor. Los exilios existen por razones políticas y los escritores, en general, tienen que intentar despertar a quienes engañan los poderes de turno. Y cuando esos poderes toman las formas implacables de las dictaduras, tienen que obedecer a su inteligencia y luchar contra ellas sin descanso. Mis 17 años de cárcel, uno y medio de campos de concentración y mi última condena de «Extrañamiento Perpetuo», de la que fui amnistiado con la democracia, me inducen a luchar por la libertad y decir que, en este estadio concreto de la humanidad, el futuro del hombre tiene que ser poético y para que sea poético tiene, necesariamente, que ser colectivo”. Así decía el poeta argentino-español Luis Alberto Quesada, que luchó en la guerra provocada por la rebelión militar del general Franco, “Caudillo de España por la Gracia de Dios”, como voluntario; pasó a Francia, donde estuvo en los campos de concentración franceses y luchó en la “Resistencia”, volvió a España para luchar en las guerrillas, fue detenido poco después, condenado a muerte, permaneció encarcelado diecisiete años y fue condenado a “Extrañamiento Perpetuo”, hasta lograr llegar a la República Argentina en 1959, donde siguió luchando para conseguir la amnistía de los presos políticos de España y Portugal.

El poeta y narrador Luis Alberto Quesada nace en Lomas de Zamora, ciudad muy próxima a Buenos Aires, el 22 de agosto de 1919. Hijos de padres malagueños, es registrado en el Consulado Español, por lo que tiene doble nacionalidad. A la edad de tres años viene con su familia a España que fija su domicilio en Madrid. Cursa sus primeros estudios en “El Porvenir”, colegio mixto protestante. Militante de Juventudes Socialistas Unificadas, al inicio de la guerra, con dieciséis años, se alista en el Ejército Republicano, en el que llega a ser Comisario de compañía, batallón y brigada sucesivamente. Alcanza el grado de capitán, siendo Jefe de Servicios del Estado Mayor del Coronel Galán en el frente de Cataluña. Al finalizar la guerra emprende el camino del exilio, cruzando los Pirineos. En Francia, es internado en varios campos de concentración Le Tech, Barcarés, Saint Cyprien y Gours. Es trasladado para fortificar la frontera belga, al objeto de enlazar dichas defensas con la famosa Línea Maginot. Tras la ofensiva nazi contra Francia, pudo llegar a Burdeos, donde contrajo matrimonio con Asunción Allué e ingresa en la Resistencia francesa. Perseguido por la Gestapo vuelve a España donde es detenido en 1943, un año más tarde un Consejo de Guerra le condena a la pena de muerte, que le es conmutada por treinta años de cárcel, de los que cumple diecisiete, pasando por las cárceles de General Porlier, Carabanchel, Alcalá de Henares y Burgos, donde permanece trece años, desarrollando una intensa actividad cultural y reivindicativa. En 1959 es puesto en libertad y el gobierno franquista le expulsa del país al serle nuevamente conmutada la pena por la de extrañamiento perpetuo. A su llegada a Argentina, es prosecretario de la Organización para la Amnistía de los Presos Políticos de España y Portugal. Dirige la publicación La Encina Raíz de España y el Instituto de Cultura Ibero-Argentino de Buenos Aires, institución que recibió a la delegación española, presidida por el general Gutiérrez Mellado, una vez que España recuperó la democracia.

Entre sus libros de poemas destacamos: Ayer, hoy y mañana (1944), Muro y alba (1963), Poemas y papel (1968), El hombre colectivo (1979) y Espigas al viento (1986). Entre sus libros de relatos sobresalen: El bote de leche (1944), Ya no hay cocos (1945), cuento infantil, La aldaba (1948), La saca (1963), colección de impresionantes relatos de hombres que esperaban que en cualquier momento leyeran su nombre para ser sacados y conducidos al paredón de fusilamiento, Mineros (1970) y Vida, memoria y sueños (1995). Finalmente, señalaremos su último libro Hacia el sol de la Utopía (Crónicas de la vida y de la muerte) (1999), escrito en verso y prosa poética, libro en el que este incansable luchador español-argentino por la libertad, a pesar de sus muchos años, sigue manteniendo la utopía de un mundo mejor. Y es que, como nos ha dicho: “Si el lodo de una época llegara a destruir la Utopía tenemos la obligación de volver a inventarla”.

Francisco Arias Solís

La libertad no la tienen los que no tienen su sed.


XIII Festival Poético por la Paz y la Libertad en homenaje a Benedetti.


URL: http://www.internautasporlapaz.org

 














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