El doctor Las Heras, si bien no niega la existencia del reino suprafísico, sin embargo rechaza que desde el plano físico un médium se pueda comunicar con entidades espirituales, considerando que todo sale del propio médium, o sea que inventa las respuestas.
Sin embargo yo, en lo personal, estimo que el doctor Las Heras está equivocado y que sí es cierto que un médium puede comunicarse con las entidades espirituales.
Esto no significa que sea algo simple, porque como el médium es un traductor de los conceptos espirituales, puede equivocarse. “Errare humanum est”.
Además, como ya lo hemos dicho en otras ocasiones, en el astral existen pensamientos o ideas que no son de entidades espirituales vivas, sino que flotan en dicho lugar y que pueden ser tomados por el médium como que se está comunicando con un Maestro de Luz.
A todo esto se suman las ideas preconcebidas del médium, los engramas, y por supuesto la tergiversación adrede de los mensajes con fines inconfesables.
Sin contar, por supuesto, las entidades negativas (en al Grupo Elron se le llaman “espíritus del Error”) que embaucan al médium, sea para burlarse o para otros fines que solo ellas saben.
Pero aquí surge la paradoja del doctor Antonio Las Heras, que es el actual socio del profesor Jorge Olguín: si el profesor Olguín brinda una respuesta o un mensaje disparatado, es porque simplemente lo inventó y no porque una entidad espiritual negativa lo haya embaucado.
Es decir, para el doctor Las Heras el profesor Jorge Olguín actúa de mala fe inventando que canaliza a entidades espirituales que le dan supuestos mensajes para toda la humanidad o responden solícitos las preguntas de los consultantes.
Yo, sin embargo, no comparto esta postura, porque considero que el profesor Olguín siempre ha actuado de buena fe, y si sus canalizaciones son disparatadas, es porque ha sido embaucado por entidades espirituales negativas, o, si se prefiere, por “espíritus del Error”.
Es más, consideramos que ningún ser humano llega a la extrema maldad de las entidades espirituales negativas. Y aquí va a la prueba…
Como todos saben, yo actuaba de interlocutor en las Psicoauditaciones. Y en una de ellas invoqué al Thetán (o Yo Superior, si se quiere) de mi propia esposa, Kumi An (que yo abrevié K.A.). En esa auditación surgió que en una encarnación anterior ella había sido en realidad el famoso Jack el Destripador.
Quién no lo crea o no recuerda esta Psicoauditación puede buscarla en el sitio oficial del Grupo Elron porque todavía está allí.
Según la teoría del profesor Las Heras, es el propio profesor Olguín el que inventó esta canalización haciéndose pasar por el Thetán de mi esposa y fabulando toda una historia sobre Jack el Destripador.
En mi opinión, por el contrario, el profesor Olguín actuó de buena fe pero fue embaucado por una entidad negativa que simuló ser el Thetán de mi esposa.
Entendámonos: la reencarnación existe, y hemos vivido anteriormente en otros lugares y en otros tiempos, y en esta época hay muchos personajes históricos encarnados, por lo cual no sería nada extraño que quien fuera en una encarnación anterior el famoso Jack el Destripador hubiera nacido en esta época.



Pero el caso es que Jack el Destripador no fue una mujer ni tampoco un hombre, porque todo fue una conspiración en la que estuvo involucrada incluso la Corona de Inglaterra, y las prostitutas fueron sacrificadas en ritos masónicos satánicos, siendo el médico personal de la Reina Victoria, uno de los principales involucrados, junto con el príncipe Víctor Alberto, nieto de aquélla. El asesino serial Jack el Destripador fue solo una maniobra de los conspiradores para despistar a la policía londinense.
Queda entonces planteada la paradoja: si el doctor Las Heras tiene razón, el profesor Olguín es un embaucador porque es quien ha inventado todo. Si tengo razón yo, el profesor Olguín ha actuado de buena fe y ha sido embaucado por entidades negativas.
En esto no hay términos medios.
Como conclusión yo le pediría al doctor Las Heras que revea su postura, porque los seres humanos no llegamos a tanta maldad como para inventar algo así.

Piensen en esto: ¿cómo catalogarían a alguien que les hace creer que están durmiendo con quien en una vida anterior fuera nada menos que Jack el Destripador?
¡Qué perversidad y humor negro el de las entidades negativas!, ¿no?
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Jack el Destripador nunca existió
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