| Los "Generales" que operan para Lavagna
 - Publicado a las 10:53 PM el 21/4/2013 por Juaj Jose Alvarez 
    Por Martín Rodríguez Yebra
Casi se pisan para responder. "A Duhalde no lo vemos desde hace   meses. ¡Meses!" Juan José   Alvarez  habla más fuerte. Pero los otros tres   diputados del grupo El General reaccionan igual de indignados   cuando se les pregunta si el ex presidente está detrás de la   jugada política que convirtió a Roberto Lavagna en un posible   candidato para 2007.           Alvarez, Jorge Sarghini, Eduardo Camaño y Francisco de Narváez   quieren ser la pata peronista del proyecto Lavagna y el pasado   duhaldista los persigue. Ya el presidente Néstor Kirchner   encontró un hueco para achacarle a su ex ministro que quiere   construir con "los viejos fantasmas".           Ellos se irritan: "El duhaldismo está en la mochila del   Presidente. Las figuras más representativas apoyan ahora al   Gobierno, ¿por qué nos vienen a nosotros con eso?", dice Camaño,   que manejó durante cuatro años la Cámara de Diputados y a quien   siempre se lo consideró muy ligado a Duhalde.           El rencor de Kirchner hacia estos cuatro diputados resulta   evidente. Apenas se enteró de que Lavagna se había reunido con   ellos para hablar de política, hace casi un mes, borró a su ex   ministro de la lista de posibles figuras electorales del   oficialismo.                 Regalo divino           ¿Por qué semejante tensión? Los del cuarteto de El General son   los únicos dirigentes importantes de lo que fue el duhaldismo que   rechazaron pasarse al kirchnerismo tras la catastrófica derrota   que sufrieron en la provincia de Buenos Aires en octubre pasado,   cuando Cristina Kirchner le sacó más de 25 puntos a Hilda   Duhalde.           En diciembre, el Gobierno abrió las puertas del oficialismo a los   peronistas derrotados. Narváez y Alvarez fueron a ver a Duhalde.   "Le avisamos que pensábamos seguir en la política activa y que   íbamos a seguir por otro camino diferente al del Gobierno",   cuenta Narváez, un empresario que se tentó con la política pero   no abandona los negocios: el año pasado se convirtió en   accionista de América TV.           Para ellos, la irrupción de Lavagna en el escenario electoral   actuó como un regalo divino. Son los principales operadores del   proyecto y coordinan sin disimulo la posibilidad de una coalición   en la que la UCR aportaría la principal estructura partidaria.                 "Ahora nos vienen a ver todos, pero había que estar acá en enero   cuando nos sacamos la foto en el restaurante El General.   Estábamos bien solos", se jacta Alvarez. Es el mismo dirigente al   que alguna vez Kirchner fue a buscar para manejar la crisis   porteña por Cromagnon, cuando Aníbal Ibarra lo nombró secretario   de Seguridad.           La candidatura de Lavagna acapara el diálogo con LA NACION.   Sarghini, el más medido de los cuatro, intercala una aclaración.   "Roberto sabe que tiene una visión valiosa para aportar a la   sociedad. Pero primero tiene que madurar una decisión y eso   todavía no está." Los cuatro dicen "Roberto" cuando se refieren a   Lavagna, pero Sarghini es quien realmente tiene una amistad con   el ex ministro y trabajó con él en la función pública.  |