A meses de su debut, el grupo El General -formado en su origen   por ex duhaldistas se lanzó ayer como línea interna del PJ. Con   pretensiones de impacto nacional, el núcleo mostró un staff   ampliado con la presencia de dirigentes de varias provincias y   variopinto currículum político. 
     
   Al cuarteto inicial integrado por los bonaerenses y duhaldistas   Eduardo Camaño, 
Juan José   Alvarez, Francisco de Narváez y Jorge Sarghini se   sumaron los riojanos y menemistas Adrián Menem y Alejandra   Oviedo, el porteño y macrista Cristina Ritondo y el pattista Juan   Carlos Bonacorsi, entre otros. 
     
   En total, en el restorán de calle Belgrano -sitio que eligieron   para su presentación en sociedad en enero y que ayer volvieron a   frecuentar para anunciar su conformación como línea interna-, se   reunieron tres diputados nacionales, escoltados por ex   legisladores y dirigentes. 
 Eduardo Camaño, Francisco   de Narváez, Alejandra Oviedo, Adrián Menem, Juan José Alvarez (de   pie) y Jorge Sarghini, durante el almuerzo en el que se   presentaron formalmente como línea interna del   PJ.
Eduardo Camaño, Francisco   de Narváez, Alejandra Oviedo, Adrián Menem, Juan José Alvarez (de   pie) y Jorge Sarghini, durante el almuerzo en el que se   presentaron formalmente como línea interna del   PJ. 
    A simple vista, surgen dos cuestiones precisas: 
     
   • El General decidió armar una agrupación, puertas adentro del   PJ, diferenciado de Néstor Kirchner. Ese rasgo de genética   política permitió reunir a dirigentes con jefaturas diversas y,   en algún punto, enfrentadas, como las de Menem y Oviedo, que   ahora compartirán espacio con ex archienemigos duhaldistas. A su   vez, la incorporación de Ritondo --referenciado abiertamente con   Mauricio Macrilos obliga a reforzar su planteo de que su   pertenencia al grupo no supone un acercamiento al líder de PRO.   Es más: ayer volvieron a descartar un acuerdo con Macri. «No   estamos trabajando para ninguna candidatura: ni de los   integrantes del grupo ni otros dirigentes», explicaron. Tampoco,   dijeron, implica alianzas la adhesión de Bonacorsi, un empresario   bahiense que llegó al Congreso de la mano de Luis Patti y hoy   integra el bloque del PAUFE. Por el contrario, salieron a   explicar la presencia de dirigentes de distintos núcleos, pero de   «identidad peronista» -es el caso, también, de la misionera y   puertista Stella Peso-, que refuerza la postura de que la   prioridad es enfocarse al PJ. 
     
   • El otro mensaje que dejó el almuerzo estuvo dirigido al bloque:   no habrá ruptura o, al menos, no se forzará desde el grupo la   fractura de la bancada que conduce el neokirchnerista José María   Díaz Bancalari. «Si ellos sintonizan con el gobierno, que se   vayan al Frente para la Victoria», fue uno de los argumentos que   se escucharon, dando la prueba de lo irrevocable: que en poco   tiempo más, las dos bandas tendrán pertenencias diferentes en el   Congreso. Resulta útil, incluso, repasar un diálogo breve y   áspero que el martes mantuvieron Bancalari y Camaño. 
     
   -¿Y qué vamos a hacer con la vicepresidencia tercera (de la   Cámara)? -preguntó un diputado para abrir el debate sobre el   cargo vacante. 
     
   -Y..., eso estaba cerrado hasta el año pasado, pero ahora lo   tenemos que volver a conversar -se apuró a intervenir el   nicoleño, enterrando la promesa de diciembre de pelear ese lugar   para Camaño. 
     
   -Entonces, yo renuncio a ser vice. Si no me votan por unanimidad,   no pienso ocupar ese cargo -se rasgó la camisa un estoico Camaño. 
     
   Si faltaba un movimiento del bancalarismo para empujar a los   disidentes, éste se produjo en aquella charla. Prometieron, sin   embargo, volver a juntarse a solas en los próximos días, pero   quizás el macrista Federico Pinedo deba pedir turno en el sastre.