Por Adriana Meyer 
     
   Este capítulo de la interna en el bloque Peronismo Federal podría   denominarse “se dobla pero no se rompe”. Aunque en realidad se   parece más a un matrimonio malogrado que no se atreve a   divorciarse. Un grupo de dirigentes formalizó una nueva línea   interna nacional en el justicialismo a la que denominaron “El   General”, tal como se llama el restaurante donde suelen reunirse,   como lo hicieron ayer al mediodía. Además de los ex duhaldistas   “duros” que vienen confrontando con el Gobierno, acudieron   menemistas y el diputado Juan Carlos Bonacorsi, apoderado del   partido de Luis Patti, el Paufe. “Es un intento de armar un   peronismo no kirchnerista, con una articulación desde el Congreso   y como una alternativa en otros territorios del país”, definió el   diputado Cristian Ritondo, aliado de Mauricio Macri. El   nacimiento de la agrupación fue festejado al final del almuerzo   con un brindis con champagne. 
     
   Ritondo, un ex funcionario duhaldista, nacido menemista y   devenido macrista, compartió picada y carnes, junto a los   dirigentes Carlos Brown, Jorge Sarghini, Marina Cassese,   Francisco De Narváez, Manola Rico, Eduardo Camaño, Miguel García   Moreno, 
Juan José   Alvarez, Alejandra Oviedo, Adrián Menem, Stella   Peso, Gustavo Ferri, Chichi Doga, Carlos Saraceni, Alberto De   Fazio y el pattista Bonacorsi. 
     
   Con su líder fuera de servicio tras la derrota de octubre, los ex   duhaldistas siguen buscando su lugar en el mundo. La mayoría   decidió olvidar los insultos que cruzaron durante la campaña y   subirse al calor de la victoria kirchnerista, porque “el que gana   gobierna y el que pierde acompaña”. Durante la primera pulseada   que se jugó el Gobierno con la aprobación de la reforma del   Consejo de la Magistratura, el bloque comenzó a resquebrajarse.   Las modificaciones que plantearon ante los kirchneristas no   prosperaron, pero una mayoría de 19 diputados decidió acompañar   el proyecto y dejó a los otros 12 aún más cerca de la ruptura. 
     
   El presidente del bloque Peronista Federal, José María Díaz   Bancalari, se jacta de seguir siendo el jefe del PJ bonaerense, y   desde su sector se preguntan con qué líder se proyecta el sector   duro. “Aún no pensamos disputarle a Kirchner en 2007”, explicó   uno de los comensales. El hombre que suena para lanzarse, al   menos a la gobernación bonaerense, es De Narváez. Aunque sus   allegados lo desmienten, por prematuro, Página/12 supo que el   acaudalado empresario empezó a pedir asesoramiento mediático para   tal desafío. Por su parte, Ritondo no ocultó a sus compañeros que   sigue con Macri y si el ingeniero se lanza a la presidencia los   quiere sumar al proyecto. 
     
   Ahora bien, ¿por qué no se explicita la ruptura? ¿Por qué Eduardo   Camaño y Jorge Sarghini se enfrentan en forma vehemente a los   dialoguistas en las reuniones de bloque y luego les piden a los   suyos que “esperen”? Quizá la respuesta tenga que ver con la   indefinición que persiste respecto de la designación de la   vicepresidencia tercera, un puesto que pretenden tanto los ex   duhaldistas como los legisladores de PRO.