Juan José Alvarez

"Kirchner tiene una actitud poco amiga del consenso"

Por Rodolfo Montes / La Capital
 
Juan José Alvarez, diputado nacional y uno de los pocos peronistas que no se alinea con la Casa Rosada, fundó un nuevo grupo (El General), casi en sintonía con la aparición de un restaurante temático con ese mismo nombre en la Capital Federal, en obvia alusión al fundador del PJ.
 
Conformó el bloque Justicialismo Nacional con menemistas y adolfistas, pero asegura que el acuerdo no lo es todo en política. "Afuera del Congreso no somos lo mismo", aclara. Alvarez se dice lejos de tributar a cualquier candidatura opositora a presidente, pero Adolfo Rodríguez Saá y Mauricio Macri no están descartados.
 
El 25 mayo cumplirá 51 años y lo festejará "en familia", avisa Juanjo, en alusión al acto en la Plaza de Mayo convocado por Néstor Kirchner, que no lo contará entre los asistentes. Para Alvarez la primera cuestión es no andar con el peronómetro ("esto sí o esto no", explica). También le asegura a La Capital que espera que "el PJ sea normalizado, porque si hablamos de calidad institucional debemos empezar por los partidos, en especial el justicialista, el más grande de la Argentina".
 
-¿Su grupo es el último espacio de rebeldía contra Kirchner en el Congreso nacional?
 
-Hicimos campaña diciéndoles a los ciudadanos que no éramos el Frente para la Victoria sino otra cosa, y que no veníamos a estafar al electorado armando dos listas para quedarnos con los tres senadores. Lo que hacemos es ratificar esa posición y mantener la coherencia. No somos caretas de la política ni podemos decirles a la personas "miren, como sacamos menos votos de lo que esperábamos nos vamos con el que ganó". Ojo: sería más fácil tomar otro camino, porque no se nos escapa la popularidad del presidente. Negarlo implicaría un acto de necedad política. Acertados o equivocados, lo nuestro es un problema de convicciones.
 
-Pero en el PJ, para una mayoría pragmática, domina la lógica de ir detrás del que gana, aunque exprese una política contraria a la de esa mayoría.
 
-En el peronismo se expresan proyectos y sectores distintos, y no está mal que prevalezcan unos u otros. Lo que no puede ocurrir es que sean los mismos personajes los que se van corriendo y colocando siempre con el proyecto ganador. Que uno juegue de arquero y otro de nueve, está bien. El problema es cuando el arquero quiere jugar de nueve o viceversa.
 
-En su equipo tiene jugadores para todos los puestos y de procedencia diversa.
 
-Están quienes vienen del menemismo, del adolfismo y del duhaldismo, es cierto. Ahora bien, ¿en el espacio que lidera el presidente no hay también personas provenientes de esos sectores? ¿Cuántos militantes peronistas de La Rioja no lo hicieron con Menem? ¿Cuántos de Buenos Aires no hicieron lo propio con Duhalde? En nuestro espacio nadie puede venir a validar políticas del pasado. Pero si alguien fue menemista y hoy está con el proyecto de Kirchner, ¿por qué no puede ocurrir lo mismo con nuestro espacio?
 
-¿De Kirchner lo separa una concepción política, la matriz del proyecto o su estilo y personalidad?
 
-Esto último tiene que ver con las personas, no es un tema ideológico. En el presidente veo una actitud excesivamente fuerte, poco amiga del consenso, y eso no me gusta. El armado de Kirchner es muy grande, proviene de diversas organizaciones sociales y políticas, pero no tiene una centralidad peronista clara. En las elecciones el Frente para la Victoria enfrentó al PJ de Buenos Aires.
 
-Si no tiene centralidad peronista, ¿lo ve como filo izquierdista?
 
-No lo diría así, tan simplificado. Hay cuadros en el armado de Kirchner que provienen de una experiencia de izquierda, es innegable. Pero también resulta exagerado inferir que por, la presencia de ciertos cuadros con ese origen, se trate de un gobierno de izquierda. Tampoco lo considero de derecha porque tenga a un economista como Martín Redrado.
 
-Sin embargo, la economista más importante del gobierno, la ministra Felisa Miceli, tuvo cercanía juvenil con el PRT.
 
-Las cercanías ideológicas juveniles tienen poco que ver con las políticas que se llevan adelante al momento de ocupar un sitio importante en el Estado. Hay demasiados ejemplos que lo demuestran. Muchos de los que fueron de la izquierda peronista no validaron esa conducta a la hora de gestionar, y otro tanto ocurrió con supuestos derechistas que fueron progresistas al momento de gobernar. De todos modos, no le tomo examen a nadie ni aplico el peronómetro.
 
-¿Por dónde pasa la mayor diferencia del Justicialismo Nacional con el proyecto de Kirchner?
 
-Vemos un problema de sesgo y otro de estilo. Pedimos sencillamente que escuchen nuestras posiciones. Esta verdad relativa no es más ni menos que la de los demás. Somos parte de este conglomerado llamado peronismo y tenemos derecho a opinar.
 
-Pero en el PJ la lógica es que las minorías no son tenidas muy en cuenta. El que manda impone la política y el resto acompaña...
 
-Esa lógica es la de todas la mayorías, no sólo en el peronismo. Dicen que en los tiempos de fulgor alfonsinista, en el Congreso "la ley del número te pegaba en la cabeza y mal". Tanto para un lado como para el otro, esto debe cambiar.
 
-¿Cómo?
 
-Cumpliendo los mecanismos institucionales, escuchando a todo el mundo. No pedimos que la mayoría no ejerza su condición sino que lo haga sin abusos. El Congreso debe ser el ámbito de resonancia del pluralismo, y no es una frase remanida.
 
-El nuevo espacio que integra rescata la palabra justicialista. ¿Ven allí un valor simbólico, político o práctico?
 
-Es lo que somos, nos identifica frente a la sociedad, para bien o para mal. Es práctico, porque nos identifica, y de gran valor simbólico ya que representa un sistema de valores que los peronistas reconocen.

11:12 PM - 8/4/2013 - comentarios {0} - publicar comentario

Lavagna se reunio con diputados ex duhaldistas

Pidió salmón rosado y explicó, entre risas, que lo hacía acatando el consejo presidencial de restringir el consumo de carne vacuna. No fue el único dardo que Roberto Lavagna dirigió al Presidente durante el almuerzo que compartió ayer con los cuatro diputados de "El General", la agrupación que cobija a los ex duhaldistas que se mantienen en la vereda de enfrente del Gobierno.

Sus interlocutores festejaron la chanza y se plegaron a la veda: Jorge Sarghini, Eduardo Camaño, Francisco de Narváez y Juan José Alvarez sólo almorzaron pollo o pescado. Las coincidencias entre unos y otros se extendieron al diagnóstico sobre los puntos débiles que le adjudican a la gestión en política exterior e institucional.

El menú no incluyó un pronunciamiento de Lavagna relacionado a su eventual candidatura presidencial en el 2007. Aunque el tema sobrevoló a lo largo de las tres horas de charla, a partir de las definiciones del ex ministro de Economía sobre cuestiones de la agenda electoral.

A todos los comensales consultados por Clarín les pareció que Lavagna asistió al encuentro en plan exploratorio. Y aseguraron que volcó sus energías en delimitar el terreno de su posible aterrizaje político: descartó de plano que aspire al Gobierno porteño —como especulan sectores kirchneristas que lo quieren de su lado— y dio indicios de priorizar un acercamiento a grupos rebeldes del PJ antes que a dirigentes de otros partidos. De ser así, el ala lavagnista de la UCR sería relegada a un segundo plano.

De hecho, la de ayer fue la primera conversación de tono netamente político que el ex ministro mantuvo en un ámbito semipúblico —fue en un salón del Hotel Intercontinental— desde que se instaló la posibilidad de su candidatura. Las charlas anteriores sobre el tema electoral con el ex presidente Raúl Alfonsín fueron secretas, y el ex ministro se resistió a admitirlas.

Fue el líder radical quien se adelantó a reconocer que las conversaciones existieron y de ese modo instaló a Lavagna en la arena de los presidenciables. Desde entonces, el ex ministro se limita a sostener que "es temprano para hablar de candidaturas", aunque ya no las descarta.

Una versión luego desmentida indicó que el ex jefe del PJ bonaerense, Eduardo Duhalde, se sumó a una de las reuniones entre Alfonsín y el ex ministro. Pero lo cierto es que ayer varios de sus ex colaboradores de mayor confianza se anotaron entre los voluntarios de una futura coalición lavagnista.

Al ex ministro lo unen fuertes lazos con tres de los comensales de ayer, tras compartir los tormentosos tiempos del gobierno duhaldista. A Sarghini lo tuvo como número dos en Economía, Alvarez integraba el Gabinete y Camaño presidía la Cámara de Diputados. Ahora Sarghini preside el bloque Justicialista Nacional formado por los ex duhaldistas que rompieron con el sector de José María Díaz Bancalari —cercano al oficialismo— junto a menemistas y adolfistas.

Si faltaba una señal del tono opositor del encuentro, la marcó la presencia del otro comensal, Francisco de Narváez. El empresario acaba de cruzarse duramente con el presidente Néstor Kirchner, quien lo definió como "el Berlusconi argentino", enojado por el trato que le dan en el canal donde el diputado es accionista, América TV. De Narváez denunció el caso en la última sesión de Diputados y dijo que fue un intento de amedrentarlo.

Durante el almuerzo, Lavagna reiteró lo que viene exponiendo en distintos foros: las mejoras económicas podrían derrumbarse sin fortalecimiento institucional. Y se alteró por única vez argumentando contra el acercamiento a Hugo Chávez: "Las inversiones llegarán si el Mercosur es más Uruguay y menos Venezuela".

11:12 PM - 8/4/2013 - comentarios {0} - publicar comentario

anterior siguiente
Descripción


May 2025
MonTueWedThuFriSatSun
 1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031 

Home
Perfil
Archivos
Amigos

Publicaciones Recientes
- En enero me preguntaban cuándo empezaba la guerra, y eso no ocurrió
- Definen el nuevo plan para combatir la inseguridad
- Límite , por Horacio Verbitsky
- Alvarez, un dirigente dialoguista, frontal y experto en seguridad
- Juan José Alvarez asumiría mañana como secretario de Seguridad porteño

Amigos