MATCHPOINT

   Vimos la crítica subliminal que Woody Allen le hace a la clase alta inglesa, representada por esta familia que no hace mas que corromper poniéndole a todo y a todos un precio, no solo para conseguir los objetos de su entorno sino también a sus propios hijos, que entran en la misma diNámica y se venden y compran “naturalmente”. Sutil forma de prostitución, si las hay.

      Vimos llegar a este mundo a Chris que queda subyugado, fascinado por la ostentación a pesar de que se siente asfixiado, sofocado. El alejarse de su deseo, fundamentalmente del amor de Nola, se manifiesta con fobias: a las alturas y al encierro. De alguna forma se paga este alejamiento!

     Vimos su pasión por Nola, pero a la que solo pone en el lugar de su objeto de goce, es decir, el mismo estatus que el mismo tenia. Cuando la situación se torna muy riesgosa, se deshace de ella, confirmando así ese lugar de objeto que le había dado.

     Vimos que tuvo mucha suerte. Vimos como el azar lo ayudó. Pero, ¿qué diferencia hay entre suerte y azar? Azar es del orden de lo imprevisto, el hecho fortuito, que sucede circunstancialmente, como el hecho de que le toque como alumno Tom, o que el anillo de la anciana, cual una pelota de tenis, cayera hacia un lado o el otro. Fue azaroso que no cayera en el río y que fuese encontrado por el ladrón traficante de heroína. Mientras que estuvo en su suerte, haberle comentado a Tom que le gustaba la ópera. La suerte tiene que ver con esas marcas singulares que hacen que encajen en determinadas circunstancias de la vida y determinan un cierto vuelco en la misma.
      Vimos, en definitiva, como el azar y la suerte fueron influyendo para que Chris llegara a este punto.

                                                           Ps. Ma. Nela Dombronsky
                                                           Cel: 55 13 725 065