CRUISING
Vimos otro paisaje. Estuvimos en este crucero, esta travesia (cruising) hacia otra realidad, pero ¿cuán lejana es de nosotros? ¿Acaso constitutivamente no somos bisexuales, nada más que hemos reprimido una de las tendencias? Esto es lo que nos muestra Al Pacino, caracterizado como un joven policÍa muy seguro de si mismo pero que como consecuencia de este ‘cruising’, se angustia y duda de quien es, de su propia sexualidad; y no sólo él, lo mismo esboza su novia.
Vimos al asesino serial también homosexual, que en cada asesinato trata de matarse, castigarse por haber de alguna forma realizado el incesto con un padre terrible y bestial, prototipo del padre imaginario de Tótem y Tabú.
Vimos el modo del goce perverso explícito en los antros, pero ¿acaso no se trataba de lo mismo en la forma que la policia obtenia las confesiones, al punto de provocar la angustia y desestructuración de los sujetos, característico de la perversión?
Vemos que pareciera más fácil clasificar, poner etiquetas para discriminar, que aceptar al diferente, ¿no es tal vez lo que se hace con los discapacitados, los ancianos y los locos, por no seguir enumerando?
Ps. Ma. Nela DOMBRONSKY
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