| Se busca a Néstor Kirchner, vivo o muerto | 5/6/2014 |
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Se busca a Néstor Kirchner, vivo o muerto
NADA ES LO QUE PARECE
por Horacio Velmont
grupo.obnosis @ gmail.com
NO JUZGUÉIS PARA NO SER JUZGADOS, PORQUE
CON LA MISMA VARA QUE MIDIÉREIS SERÉIS MEDIDOS
CLARÍN
9/5/2013
El ex vice de Kirchner dice que “el mausoleo también es una caja”.
Eduardo Arnold, ex compañero en la gobernación de Santa Cruz, dijo que si fuera un fiscal o juez “iría a mirarlo”. Ya había denunciado cajas fuertes en la mansión de los Kirchner.
En declaraciones al diario uruguayo El Observador, Arnold dijo que está dispuesto a dar detalles a la Justicia. “El famoso mausoleo también es una caja. ¿Por qué tiene ese nivel de seguridad? Si yo fuera un fiscal o juez, iría a mirarlo”, advirtió Arnold.
Nada es más fácil en este mundo que engañar a los seres humanos, y la prueba está en los ilusionistas, que son hábiles para distraer la atención del público para hacer sus trucos.
Recuerdo una vieja función del famoso mago Fumanchú (David Bamberg), que hizo que toda la audiencia del teatro quitara la vista del elefante –había dicho que lo haría desaparecer a la vista de todos con su varita mágica– haciendo que uno de sus ayudantes, ubicado en un palco, pegara un alarido simulando que lo estaban atacando.
Cuando el público se dio cuenta de que todo ese alboroto era preparado y miró nuevamente hacia el escenario, el elefante ya no estaba: Fumanchú lo había hecho “desaparecer”.
Como yo fui uno de los que me di vuelta para ver qué es lo que sucedía, no puedo decir cómo lo hizo desaparecer, pero probablemente alguno de sus colaboradores se lo llevó tranquilamente tras bambalinas.
Obviamente el público lanzó grandes carcajadas y aplaudió a rabiar al mago al darse cuenta de cómo había sido engañado. Todos sabían lo bromista que era Fumanchú en sus actuaciones y lo festejaron.
Aclaro que hacer desaparecer un elefante es muy fácil, y lo hacía como rutina el gran Houdini utilizando espejos. Pero Fumanchú lo hizo “desaparecer” simplemente como una de sus bromas.
¿Por qué menciono esto? Porque una forma de desviar la atención del público es dirigirla hacia lo que no es para ocultar lo que sí es.
Y me refiero a la supuesta muerte de Néstor Kirchner y a sus supuestos restos en el féretro que está en el mausoleo que supuestamente los guarda.
Una de las preguntas que se hace constantemente la gente es por qué razón hay tanta custodia en el mausoleo, qué es lo que hay que custodiar.
La respuesta está en la pregunta: ¿Cómo hacer para disfrazar el hecho de que la custodia permanente del mausoleo es realmente para que nadie pueda descubrir la verdad sobre la muerte fingida de Néstor Kirchner?
Simplemente haciendo creer que la custodia se debe a que el mausoleo esconde cajas con dinero. ¿Comprenden el punto?
No estoy diciendo que el ex vice de Néstor sepa la verdad, sino que en su ingenuidad le está haciendo el juego a quienes están detrás de toda esta manipulación.
Fingir la muerte para lograr determinados fines no es algo que pueda calificarse siempre como algo arbitrario.
En el caso del ex mandatario, las razones son muchas: 1) no podía continuar dedicándose a la política en razón de su delicado estado de salud (había sufrido varios infartos); 2) su muerte y el luto consiguiente favorecerían a su esposa en la elección presidencial, algo que realmente sucedió; 3) él podría continuar manejando los hilos tras bambalinas; 4) todos los juicios penales en su contra concluirían por ausencia del autor; 5) podría disfrutar sin problemas de los famosos fondos de Santa Cruz que nunca aparecieron.
Cuando Jesús enseñó que no debíamos juzgar quiso decir en realidad que no debíamos prejuzgar, es decir, juzgar sin pruebas.
Mencionamos esto para aclarar que no estamos juzgando a Néstor Kirchner por fingir su muerte, porque no es nuestro propósito, sino simplemente exponer los hechos y demostrar que lo que dijera una vez el presidente John Kennedy es verdad. “Se puede engañar a todos por algún tiempo; se puede engañar a algunos todo el tiempo; pero no se puede engañar a todos todo el tiempo”.
En otras palabras, la mentira tiene patas cortas y finalmente la verdad siempre sale a la luz.
Y esto lo podemos comprobar en la Red, donde nadie se traga el sapo de la muerte de Néstor, empezando porque el féretro –¡vaya descuido!– tenía apenas 1,50 m., cuando la altura de Néstor rozaba los 1,90 m., ya que era –perdón, es– un hombre alto. A este dato, obviamente, se suma el hecho insólito de que se lo haya velado a “cajón cerrado”.
Sobre la muerte fingida del ex presidente resulta muy curioso y también muy sugestivo que el gran vidente argentino Benjamín Solari Parravicini lo profetizara varias décadas antes en una de sus famosas “psicografías premonitorias”.
Salvo algunas profecías incumplidas, que demostrarían que el destino no está totalmente marcado sino que solo está dentro de las probabilidades, todas se cumplieron hasta ahora. Quienes estudiaron sus psicografías estaban intrigados por una de ellas, donde mostraba un féretro con un supuesto muerto que en realidad estaba vivo y con los ojos muy abiertos. Ahora lo saben con certeza.
El engaño al público es algo tan viejo como la prostitución. Y de la misma manera que nadie puede señalar con el dedo a un prostituta porque lo sea, tampoco puede señalar a nadie que engañe porque engañe, ya que un engaño seá malo o bueno según el propósito que se persiga.
Ésta es la razón por la cual exponemos, sin juzgarlos, los hechos según los cuales puede tenerse la certeza que Néstor Kirchner esta vivo.
¡Enhorabuena!, porque la muerte no se le desea a nadie por más malo que supuestamente sea.
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