El odio es el alimento de los dioses
LA INFLUENCIA EXTRATERRESTRE
EN LOS GOBIERNOS DEL MUNDO
Y EN LOS SERES HUMANOS EN GENERAL
por Horacio Velmont
grupo.obnosis @ gmail.com
Como la del Diablo, la mayor astucia de los
alienígenas es hacernos creer que no existen
Muchas veces hemos abordado el tema de que los seres humanos somos el alimento de los “dioses” –carne, sangre y emociones–, pero nunca está de más reiterarlo porque la inmensa mayoría aún no se ha dado cuenta de ello y por eso le están haciendo a esos dioses, que no son más que seres de la cuarta dimensión, ”el caldo gordo”, como se dice vulgarmente.
El ejemplo más patente de ello en la actualidad, lamentablemente, es Cristina Kirchner, la presidente de la Argentina.
Es tal el odio que despierta, incluso con sus discursos, que esto solo ya debiera ser motivo de alerta de que algo está sucediendo porque no es normal. Como muchas veces lo hemos señalado, una cosa es que la gente esté enojada, incluso mucho, y manifieste su enojo, y otra cosa muy distinta es que exhiba un odio visceral a extremos tan inconcebibles. Va más allá de toda lógica y razón.
No estoy hablando de cuestiones hipotéticas sino de hechos comprobables, y la prueba palpable está, por ejemplo, en los medios de comunicación del día en que Cristina anunció la ley que enviaría al Congreso sobre la “democratización” de la Justicia, algo que, como todos los expertos constitucionalistas han puesto de relieve, no es más que el propósito de anular uno más de los tres poderes del Estado. El legislativo ya lo ha anulado en razón de que tiene mayoría en ambas cámaras (o lo consigue).
Pido disculpas de antemano por la transcripción que voy a hacer de algunos comentarios de los lectores a los diversos artículos que se han referido a la presentación del proyecto de democratización de la justicia, que curiosamente –o no– fue presentado, no como proyecto a debatir, como debía ser, sino como un hecho de aprobación incuestionable, prácticamente ”a libro cerrado”. Quienes han acusado al Congreso de ser una escribanía del Poder Ejecutivo no les falta razón.
Monje Loco
Que hagan “JUICIO POLÍTICO” a todos las “lacras del kirchnerismo”…luego llevarlos a Plaza de Mayo para colgarlos en la horca…y quemar también a la “GRANDÍSIMA BRUJA”…
Caballo salvaje
El 18 de abril todos a exigir la renuncia a todos los genocidas de la patria, a la asesina nº 1, Cristina Wilhem, viuda de un judío chileno, volvamos todos a pedirles la renuncia. Basta de saquear al país, basta de matarnos!!!!!!!!!!!!!!
J. B. Moliere
Quedará como una marca en el orillo de este período, que las modificaciones al sistema judicial fueron promovidos por una mujer falsa abogada, que escasamente alcanzó el segundo año….!!!
Dra. Delia Sánchez. Abogada. UNLP
abril 9, 2013 at 10:43 am
No alcanzó el segundo año. Dio solamente 3 materias del primer año. Le faltaban 2 materias para terminar el primer año y abandonó. Las ganas de ser abogada!!!!!!!!! Es una semi-analfabeta la bestia negra.
hombregris
Mi maldición está cada vez más cerca por una disfonía, después de atrilear tuvo que suspender otras actividades, se está dando el cáncer que pido que le ocurra en la garganta. Me falta el de entre las piernas. Un lindo cáncer…doloroso…que se retuerza del dolor…tal como es el dolor que nos provoca todos los días con su soberbia. No va a durar mucho, se los aseguro…No va a durar mucho.
RusoQ
Estafilococo Aureus quizás? El nombre de la bacteria le queda justo a la doña: “mersa”.
predating_wolf
Una opción de muchas: >Streptococcus Pyogenes >Yersinia Pestis >Clostridium Septicum
predating_wolf
Y yo que deseaba una bacteriemia fulminante para esta alimaña ….el cáncer es como una espada de Damocles! lo sé … lo vivió mi familia … por eso digo que es mejor desear algo más relacionado con bacterias sumamente resistentes a los antibióticos … hasta a los más caros! Una bacteriemia es mucho más dolorosa que un cáncer … o no escuchaste hablar de “fascitis necrosante masiva”? literalmente bacterias que devoran el tejido muscular mientras el que lo padece esta vivo … hasta que llega lo peor y entran en los órganos nobles! siga mi consejo, amigo!
hombregris
No, hay que matarla…
Hemos puesto como ejemplos solamente estos pocos comentarios porque no es nuestra intención ir más allá de la demostración de que tal exacerbación del odio no es normal porque los seres humanos no somos así, somos inherentemente buenos y solidarios. Este tipo de comentarios sobre Cristina Kirchner –incluso hay algunos muchos más acerbos que no nos atrevemos a publicar– son comunes en la Red. Están a la vista de todos.
El descubrimiento de esta hermosa cualidad de bondad y solidaridad inherente en los seres humanos fue realizada por L. Ronald Hubbard, y es una de las premisas básicas de Cienciología.
También descubrió que son los engramas, similares a órdenes hipnóticas, los que desvían esa bondad inherente. Y nosotros agregamos a esos engramas la influencia extraterrestre, porque el odio es su alimento y por eso lo promueve. La raza humana es para ellos lisa y llanamente un rebaño que hay que manipular.
Cuando hablamos de “dioses”, en realidad no estamos hablando estrictamente de “extraterrestres”, sino más bien de seres “no humanos”, porque no todos son originarios de otros planetas. Hay seres no humanos que son terrestres, conviven con nosotros, y somos su alimento desde tiempos inmemoriales. Algunos viven en enormes ciudades debajo de la tierra, mucho más avanzadas que las de la superficie.
Uno de estos seres no humanos fue Yahvé o Jehová, que utilizó a los israelitas para que le produjeran los alimentos que necesitaba para hacerse físicos y sobrevivir en la tercera dimensión –siempre estamos hablando de las energías que provocan las emociones humanas: dolor, angustia, miedo, etc.– no solo mediante el sacrificio de animales, sino también con la muerte de seres humanos, para lo cual promovía guerras contra pueblos indefensos. En realidad aún lo sigue haciendo, porque estos seres son casi inmortales.
Ellos están detrás de todos los conflictos, sean guerras o peleas domésticas, detrás de todos los sacrificios humanos que perpetran las órdenes masónicas –estamos hablando de los altos grados, no de los ingenuos que solo son embaucados para que aporten su dinero– y detrás de cualquier cosa que les aporte energía como alimento.
Esto significa, lisa y llanamente, que están también detrás de todos los gobiernos influenciándolos. Donde hay odio y destrucción, allí están ellos.
No es cierto, por lo tanto, que el odio que Cristina despierta en tanta gente solo ella sea la responsable, porque todos los gobiernos son manipulados por esas entidades.
http://www.bibliotecapleyades.net/vida_alien/defendamonos_dioses/defendamonos_dioses.htm
Este aspecto de la manipulación del hombre por parte de estos seres no humanos ha sido muy estudiada por Salvador Freixedo, en sus reveladores libros ”Defendámonos de los dioses” y “La amenaza extraterrestre”.
Seguidamente transcribiremos algunos párrafos escogidos del capítulo XIII de este último libro, denominado sugestivamente “La terrible verdad”.
Tengan en cuenta, antes de continuar leyendo, que son párrafos salteados, y que para comprenderlos en profundidad hay que leer el capítulo completo, o incluso mejor todo el libro, y también que hay otros datos mucho más aterradores que los que aquí se exponen, pero que los hemos omitdo porque estaban fuera de nuestro tema.
Por lo hasta aquí dicho, el lector ya puede haberse hecho una idea bastante clara de cuál es esta terrible verdad. Sin embargo, ésta no es una sola y simple, sino que consiste en varios hechos, cada uno de los cuales es para llenarnos de preocupación o por lo menos de pasmo.
La primera terrible verdad es el asombro que nos produce el que personas que por una parte se nos presentan como honorables y preocupadas por el bienestar del pueblo, sean tan irresponsables y estén imbuidas de una mentalidad tan belicista como para ocultarnos unos hechos tan trascendentes, solo por la posibilidad de obtener más tecnología bélica.
La segunda terrible verdad que estamos descubriendo es que todo el fenómeno Ovni, con su atemorizante realidad, está siendo usado no solo por los militares, sino por pequeños grupos secretos de individuos con un enorme poder económico, con el fin de obtener un dominio total y tiránico del planeta.
La tercera terrible verdad es la que le queremos exponer más en detalle al lector en este capítulo. Se trata de unas actividades concretas que ciertos extraterrestres están llevando a cabo en nuestro planeta. Y si los rumores que hace tiempo circulan son verdaderos, las han llevado a cabo con el beneplácito de las autoridades de los Estados Unidos y de Rusia, y gracias a las facilidades que estas dos potencias les han brindado.
[...]
Como anteriormente dijimos, la «terrible verdad» no es una, sino múltiple y está compuesta por la fecundación involuntaria de mujeres, el cruce de éstas con androides, el uso de las glándulas de fetos, los abortos provocados conscientes e inconscientes, las experiencias genéticas de todo tipo, los secuestros de niños y adultos, la fabricación de «sintéticos» y robots biológicos, la violación de hombres y mujeres, la implantación de pequeños aparatos en el cuerpo y especialmente en el cerebro, el «monitoreo» a distancia de los sentimientos y de las conductas de los «implantados», etc.
Estos documentos dicen qué es lo que los alienígenas buscan y cómo usan la sangre que extraen de las reses. Dan la impresión de absorber átomos para “comer”. Ponen las manos en la sangre, como si fuese una esponja, para adquirir alimento. No sólo sacan alimento de ella, sino que alteran también el ADN del ganado y de los humanos.
[..]
¿Qué podemos sacar de todo esto? Lo primero que tenemos que hacer es evaluar esta información, porque de ser cierta es enormemente inquietante. Como dije más arriba, aparte de haber sido la raza humana traicionada por el gobierno de los EEUU, por haber realizado un pacto con estos EBEs ["Entidades Biológicas Extraterrestres"], facilitándoles sus actividades en nuestro mundo, está el hecho de sus enormes capacidades en el campo de la biología. Mediante ellas pueden causar en nuestro organismo mutaciones de las que no tenemos ni idea.
De ser verdaderas estas noticias de lo que sucede en la base de Dulce —que no es la única de este género—, había que echarse a temblar, pues ello significaría que, aparte de otros usos más sutiles de los que hablaremos más adelante, nos usan de una manera primaria convirtiéndonos en alimento, al igual que nosotros hacemos con los anímales.
Sería entonces cierto lo que por siglos ha venido diciéndose, aunque muchas veces se hiciese como una ficción literaria: «Somos alimento de los dioses.»
Ante un hecho como éste, la mente humana se aterra y enloquece, pues se le derrumban todas sus estructuras de pensamiento y el cosmos entero parece volverse un caos; sobre todo para aquellos que imbuidos de ideas religiosas en las que la providencia de Dios se ocupa de todo, aquélla y Éste desaparecen repentinamente, para dejar paso a unos seres repugnantes, carentes de moral y sin entrañas —auténticos demonios— que son los árbitros de la vida humana.
Esta es la impresión que a primera vista se tiene cuando uno llega al convencimiento de que tales hechos son verdad. Una sensación de desamparo total, de indefensión, de soledad en un universo sin sentido.
Una sensación de haber sido engañados por completo en todo lo que se nos dijo acerca de Dios, de la bondad, de la belleza… Si realmente estamos a merced de estos pequeños demonios deformes, ¿qué sentido tiene la vida y el bien obrar? ¿No será conveniente disolvernos otra vez en la nada mediante una muerte voluntaria antes de ser presa de estos temibles bichos inteligentes?
Pero la terrible verdad todavía no concluye aquí. Si es cierto que nuestra proteína interesa a estos EBEs con los que los gobernantes de los EEUU han hecho un trato, y a algunos otros de su Confederación que se asemejan a ellos incluso fisiológicamente, parece que también es cierto que la energía «psíquica» que produce nuestro cerebro, o dicho en otras palabras, las ondas electromagnéticas que de él emanan cuando estamos en ciertos estados de ánimo, les interesan a bastantes más de estos misteriosos y escurridizos visitantes espaciales.
Esto conlleva que muchos de ellos, sin que nos demos cuenta, manipulen desde las sombras nuestros sentimientos de modo que nuestros cerebros produzcan lo que a ellos les interesa. Y si bien este dominio psíquico que ejercen sobre nosotros no es tan visible como el físico, a la larga resulta más perjudicial para el género humano considerado como un todo, ya que atenta contra nuestra racionalidad y frena nuestra natural evolución hacia un nivel más alto de civilización y de consciencia.
Lo que por años venimos diciendo contra el parecer de los «ufólogos serios» tiene una completa confirmación en los «papeles de Dulce». Según ellos, estas entidades reciben una energía o «excitación» cuando se ponen en contacto con un cerebro humano que esté en determinadas condiciones. Para ello, los EBEs manipulan al humano inconsciente para que su ánimo se ponga en el estado que a ellos les interese y su cerebro empiece así a emitir las ondas con las que ellos pueden sintonizar fácilmente.
He aquí la traducción de unos párrafos de los documentos:
«Si usted funciona en cierta longitud de onda emocional, con frecuencia atraerá su atención, porque ellos acostumbran a “cargarse” con los grandes cambios emocionales que tienen los humanos. Esta es la razón de que a ellos les guste que nosotros tengamos guerras, aparte de que con ellas nos mantenemos divididos y así nos pueden controlar mejor.»
En otra parte del documento se lee:
«El pacto de recibir tecnología de ellos a cambio de dejarlos obrar libremente en nuestro mundo fue hecho anteriormente por los alemanes en la segunda guerra mundial. Dado que los EBEs reciben una excitación («high») cuando los humanos tienen un gran despliegue de emociones, se puede deducir que los alemanes estaban logrando con la guerra contribuir a crear un clima psicológico agradable entre los EBEs. Especialmente, con la matanza en masa de judíos y con la guerra en general, la cual fue algo artificial y tramada por ellos, como lo han sido todas las guerras. Llama mucho la atención la consabida presencia de ovnis en las zonas de guerra. Están allí por lo que decimos.»
Esto concuerda plenamente con el hecho de la casi rutinaria presencia de Ovnis tras los terremotos, moviéndose lentamente por encima de las zonas devastadas como para absorber algún tipo de energía telúrica o psíquica que de allí se desprende.
Las consecuencias que de aquí podemos deducir son inquietantes. Por suerte, parece que son pocos los que se divierten con este juego macabro, porque de interesarles a la mayor parte de las 60 ó 70 especies de EBEs conocidas, la raza humana estaría en la misma situación que los animales de una granja, irremediablemente destinados al matadero.
Tal como ya explicamos en «Defendámonos de los dioses», las guerras son una de las cinco grandes estrategias que los EBEs tienen desde hace muchos miles de años para dominar a los humanos. Son el resultado lógico de las otras cuatro: razas, religiones, lenguas y patrias en las que la humanidad está dividida.
Si el ser su alimento era algo enormemente humillante, el estar sometido mental y sentimentalmente a sus caprichos es algo que tiene que llenarnos de preocupación, y más cuando vemos —y la triste historia humana así nos lo demuestra— lo eficaces que son en llenarnos gratuitamente el corazón de ira, enfrentándonos constantemente en estúpidas guerras fraticidas. Y para agravar aún más las cosas tenemos la impresión de que en fa actualidad ciertos poderes ocultos, aliados con algunos militares megalómanos, están usando a nivel mundial tecnologías muy avanzadas de control mental para doblegar las mentes de los habitantes del planeta.
No sólo eso sino que tal como dijimos, tenemos la sospecha de que muchas de las experiencias genéticas y demás horrores que describimos en este capítulo, son en realidad practicadas por estos grupos secretos que, a su vez, se encargan de achacárselas a los extraterrestres.
Creemos que con lo expresado por Salvador Freixedo hemos dejamos bien en claro la idea que expusimos al principio sobre la manipulación que los extraterrestres, o mejor dicho sobre esas entidades no humanas, ejercen sobre cada uno de nosotros, especialmente sobre quienes nos gobiernan.
Hay un dicho muy conocido que viene bien para aplicarlo en este caso: el pescado se pudre por la cabeza, y estas entidades no humanas se aprovechan de esta circunstancia para manipularnos influenciando sobre todo a quienes nos mandan.
“Pero a pesar de todos estos inconvenientes –y aquí estoy parafraseando a Salvador Freixedo–, todavía hay mucho lugar para la esperanza y cada individuo tiene en su mano la manera de liberarse de estas intromisiones foráneas”.
Y la mejor forma de hacerlo es no cayendo en la trampa que nos tienden para que entremos en conflictos inútiles, porque los únicos que se benefician con el odio en definitiva son ellos.
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