El ex-capitán del Real Madridse salió en su debut con el Schalke 04 anotando dos goles -uno de ellos de sensacional factura- que le convierten en un ídolo en el Veltins Arena.
Raúl no ha necesitado ni una semana en Alemania para demostrar de lo todavía es capaz. El lunes se despedía del club de sus amores y ayer ya estaba poniendo patas arriba el estadio del Schalke con dos goles ante el Bayern que le dan su ‘primer título', al Total Cup -uno de los torneos veraniegos más famosos en el país teutón-.
El madrileño enseñó con su doblete todo su repertorio. El primer tanto llegó tras recoger un rechace del poste -uno de los goles más típicos de Raúl- que muestran su oportunismo y su olfato de gol.
El segundo de ellos fue una obra de arte a las que nos tenía acostumbrado hace varios años. Raúl recibió un balón en la frontal del área, lo protegió con el cuerpo y sorprendió al portero con una genial vaselina ante la que nada pudo hacer el meta del Bayern.
La afición cayó rendida a su nuevo ídolo y corearon su nombre cuando fue sustituido, e incluso el entrenador rival, Louis Van Gaal tuvo palabras de elogio para el máximo goleador de la historia del Real Madrid, del que dijo que «era un grandísimo jugador» y que «el Schalke ha acertado de lleno con su fichaje».