Después de haber navegado por Internet a través de banda ancha Wi-Fi , twitteado, chequeado nuestro perfil en Facebook, enviado ingentes SMS, haber hecho check-ins vía Foursquare y haber leído (y respondido) mails… todo eso durante horas la batería siente el trabajo.
Los smartphones y su potencial de crecimiento. Pero sobre éstos hay un tema del que no se habla (mucho, al menos) cuando se los menciona: la cuestión de la duración de sus baterías. Todos comparten una característica limitante que, a veces, puede transformarse en un problema dependiendo de los modelos (por un lado) y de la intensidad del uso que se les de (por otro).
Todos nos preguntamos cuando llegará el día en que se fabriquen baterías con mayor duración, cuándo se descubrirá un nuevo tipo de tecnología que permita no sólo usar baterías de celulares (o de dispositivos móviles en general, por qué no) durante más tiempo, sino que, además, se carguen en un lapso más corto.
Hoy en día este tipo de servicios es genial para poder sincronizar varios dispositivos a la vez en internet y teléfono. Así, siempre tendremos nuestros archivos donde vayamos (tablets, smartphones y otros dispositivos móviles) ya sea por negocio o por diversión.
¿Cuál es la seguridad que tienen estos archivos? Al fin y al cabo, no están protegidos por contraseña y cualquiera que pueda hackear nuestra cuenta puede tener acceso a ellos? En realidad, a medida que se fueron popularizando estos servicios fueron aumentando la apuesta en cuanto a seguridad además de contar en internet con herramientas para medir la velocidad de internet.
Podemos compartir carpetas con otras personas, para fomentar el trabajo colaborativo. Guardar nuestros archivos solamente en la computadora, además, es una mala idea: nunca está de más tener un back-up en caso de que algo suceda.
Cada vez que enviamos archivos a los servidores de estos servicios, los archivos son doblemente encriptados: cuando los enviamos, y cuando llegan a destino. Por ende, es muy complicado de descifrar, aún para una persona con amplios conocimientos. Los archivos que almacenamos en la nube están perfectamente seguros, en servidores que solamente pueden ser accedidos por determinadas personas con acceso de seguridad.