reSiLienCia

Me cuesta confiar en la gente

Si alguna vez nos estafaron, hirieron, se aprovecharon o manipularon entonces nos costará confiar en la gente.

Hemos cerrado la puerta diciendo:

“No voy a confiar en nadie más”, “No quiero saber más nada con nadie”, “No voy a confiar más porque no quiero que me lastimen ni volver a ser herida.”

Las mujeres caemos en manipulación, porque,

-Tenemos espacios vacíos en nuestra vida.

Todas tenemos necesidades y alguien tiene que suplirlas; por eso los espacios vacíos nos hacen presa fácil de los manipuladores quienes estudiarán el área vulnerable para que le entreguemos todo lo que él quiere.

¿Cuál es tu necesidad hoy?

¿Estás carente de afectos, de finanzas? ¿Tenés problemas emocionales?

¿Necesitas salir de la soledad y deseas que alguien te acompañe?

Si no trabajas en esa área vendrá un manipulador a decirte que te suplirá a cambio de algo.

Cuando necesitas “un trabajito”, “un hombre que resuelva las cosas por vos” para no preocuparte más, aparecerá el mito de: La comprensión instantánea.

“Se puede decir cuán buena es una persona con solo mirarla.” “Yo la miré y sentí algo adentro, sentí que era bueno”; “Yo sé reconocer cuando alguien me miente o no.”

O sea, la persona que se ofrece cubrirá tu necesidad.

El síndrome romántico.

Decimos: “El/ella fue tan encantador conmigo que no necesito saber nada más.”

Y aparece como la persona salvadora que te sacará de la soledad, de la tristeza y del problema económico: “Si me va a sacar del problema, para qué averiguar algo más sobre él, me enamore.”

Si tu necesidad es económica -no tenés plata para pagar los impuestos, ni una casa permanente ni donde ir a vivir-, y aparece el que te ofrece un “negocito” donde ganarás diez mil pesos por mes; y vos sólo vas a pensar en el dinero con el que cubrirás tus problemas económicos y que harás lo que quieras con lo que sobra. Tu mente se fijó en los diez mil pesos y no viste qué tipo de negocio te está proponiendo y que es medio raro.

¡No te muevas por necesidad sino por sabiduría!

-No vemos los detalles.

Te encontrás con la persona que te ofrece el gran negocio donde ganarás mucho dinero y no mirás quién es, ni donde vive ni cómo se viste.

¡Aprendé a mirar los detalles!

Otra vez aparece el romanticismo, actuamos con nuestras emociones que tapan la sabiduría.

Hay una información en cada persona que no la da su manera de hablar sino sus movimientos, y eso es lo que tenemos que aprender a ver, tener visión periférica dejando de lado nuestras emociones: ¿qué es lo que no veo de esta persona? ¿Qué me estoy perdiendo?.

El discernimiento es un don, ¡hay que dejar de “sentir”!

“Yo siento que esta persona es mi salvación, mi tabla”, “Yo siento que éste va a progresar en la vida y la voy a ayudar”, “Siento que me va a dar todo lo que necesito”.

No dejemos que nadie más nos engañe y manipule.

Los manipuladores son expertos en esconder sus defectos, desviar la atención y echar la culpa a terceros.

¿Por qué te echaron del trabajo? “Es por envidia, ¿viste? Porque el dueño del Banco no podía hacer el negocio que yo podía hacer.”

¿Por qué tu ex esposa y las anteriores te dejaron? “Porque ninguna me entendió, no pudieron apreciar el valor que como varón tengo, mi capacidad intelectual, ¡eran unas pobres mujeres…!”

Y la culpa siempre la tiene el otro.

Y pensás: “Yo lograré que este hombre saque toda la capacidad que las otras mujeres no supieron entender”.

Te sentís “heroica” y no ves sus defectos, cayendo así en la manipulación.

Para no caer en la manipulación:

-Aprendé a calmar tus emociones.

No es que las quites de tu vida pero no te hinches de ellas.

-Aprendé a vivir, a discernir.

A las mujeres nos enseñaron a manejarnos por emoción y el manipulador te apura sin dejarte tiempo para pensar.

Aprendé a calmar o enfriar tu cerebro emocional a través de tu cerebro pensante.

Reflexioná cuidadosamente, preguntá, buscá información.

La persona manipuladora no va a decir la verdad, por eso averigua entre la gente que la rodee y conozca.

¡Aprendé a ver los detalles!

Convertite en un detective para que nadie te manipule nunca más.

Si nos engañaron fue porque no investigamos, nos movimos emocionalmente y creímos todo lo que nos dijeron.

-No permitas que la vida te asuste.

Una mujer entraba al edificio donde vivía, cargando dos bolsas con las compras que había hecho. Un hombre desconocido esperaba el ascensor junto a ella y se ofreció a llevarle las bolsas. Ella lo rechazó, pero en su interior una voz la castigaba: “¿Cómo vas a ser descortés con este caballero? ¿Qué tiene de malo que les des las bolsas? Quizás es bueno y tiene buenas intenciones.”

Ante la insistencia del hombre, ella aceptó y entregó sus bolsas con una lucha interna por haber pensado mal de él.

Al descender del ascensor, el desconocido se ofreció a alcanzárselas hasta la puerta de su casa. Luchando consigo misma, ella aceptó y así entró a su departamento y las dejó en la cocina.

Antes de salir cerró la puerta y la violó.

Ella fue confiada. Aunque tenía sus creencias, se puso firme y dura, no pudo defenderlas porque su necesidad y educación fueron más fuertes.

(“¿Cómo vas a pensar así?”, “No podes ser descortés con un hombre”, “No es bueno que una mujer se enoje”, “No es bueno que una mujer pregunte”, “No es bueno que quiera saber.”

No otorgues poder al otro,  administra lo que es tuyo, nadie tiene derecho a hacerlo por vos.

- No des información a nadie.

Nos sentamos al lado de una persona, empezamos a hablar y le contamos todo.

¡Nunca digas cuanto ganaste, cuánto cobraste en el juicio! No hables de tus cosas personales o privadas, porque son tuyas y nadie las tiene que saber -salvo tu familia que te ama o aquellos que te conocen desde hace mucho tiempo-.

Si Dios te dijo algo lo cumplirá; si te prometió compañía será con o sin esa

persona. Si te prometió finanzas te las dará haciendo o no ese negocio; si te dijo que te daría una casa así lo hará.

No seas crédula en la gente, creé sólo a Dios que nunca te fallará.

Sé sabia, inteligente, dejá las emociones para lo último, cuando tengas todo claro.

No encontrarás a la persona perfecta porque no la hay, todos cometemos errores, pero debes estar atenta porque hay gente buena y mala, quienes te quieren y los que quieren sacar todo lo que tenés.

Una mujer de alrededor de sesenta años que tenía mucho dinero, conoció a un hombre que se mostró como un súper millonario y ella le creyó.

Sus amigas se dieron cuenta que era un manipulador y comenzaron a seguirlo; descubrieron que trabajaba en una playa estacionando los autos.

El problema no era el trabajo sino que había mentido mostrándose como un gran empresario y sólo quería el dinero de ella.

Las amigas se lo contaron y la llevaron hasta el lugar para que lo viera con sus propios ojos. Ella dijo que no le importaba porque necesitaba compañía, y lo llevó a vivir a su casa.

Al poco tiempo el hombre desapareció robándole todo lo que tenía.

¡Por crédula!

(¡Ojo! Con los que dicen: “Voy a vivir a tu casa unos días porque me estoy construyendo una súper mansión” ¡No!)

Otra mujer comenzó a tener relaciones con un hombre, se enamoró y al tiempo se enteró que él tenía SIDA. Nunca se lo había dicho.

No hay problema que te enamores de alguien con SIDA pero lo importante es saberlo.

La dificultad aparece cuando te ocultan la información o dan una información errada.

- No tengas miedo a la duda.

Preguntá libremente.

De niñas nos dijeron que teníamos que ser buenas, tratar bien a todo el mundo y todos debían sentirse bien con nosotros, que debíamos decir que sí a todos, y por eso nos manipularon toda la vida.

¡No hago más el papel de buena!

¡Ya no quiero ser buena sino sabia!

Investigá: ¿Por qué querés hacer este negocio conmigo? ¿Por qué no lo hiciste antes? ¿Por qué no pedíste el préstamo en el banco, en lugar de pedírmelo a mí?

Todos tenemos cosas buenas y malas, el problema del manipulador es que sigue mintiendo.

No es porque hizo algo malo, se equivocó, cometió un error sino que lo sigue haciendo, sigue mintiendo a lo largo de toda su vida sin interesarle quien deja por el camino.

Tomá tiempo para pensar, para decidir, actua con sabiduría y disfrutá de lo que tenes, hacelo crecer.

No permitas que nadie te quite la alegría, la paz, la familia, las emociones porque todo es tuyo, dice el Señor.

- No idealices a nadie.

Si idealizás nunca vas a preguntar. Es como un cuadro al que admirás, te dejas llevar por la emoción pero no podés cambiar nada porque está terminado, de igual manera pasa cuando idealizas a una persona.

“No, entonces no pregunto”, “No, mejor no hago, no digo, no investigo”

Y caemos en la manipulación de cualquier persona.

Sansón tuvo una mujer tras otra -a todas les daba información- hasta que encontró a Dalila quien tocó su corazón.

Cada vez que te desenfoques de lo que Dios te dijo que hagas, creerás que estás enamorada pero la manipulación es la que viene a tu vida y cedes tu autoridad.

Seguí tu sueño, tu objetivo y no dejes espacio vacío para que el enemigo lo use en tu contra..Nadie más tendrá autoridad para burlarse de vos, ni poder para manipularte porque vos regulas tus fuerzas.

Volvé a enfocarte.

holaa

02:04 PM, 26/12/2008 .. Publicado por soybueno

hey que tal soy fer de capital, 23 años... no dejes de escribir!!! BESOS!!!!

Comentario sin título

09:07 PM, 9/10/2011 .. Publicado por Usuario Anónimo

hola!!
muy bueno, estoy enamorada de tus palabras, gracias, espero charlemos.. lo necesito. mE llamo gis y mi correo es gis_art_ hotmail.com