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Publicada por: johana | Argentina | 19 de Febrero de 2014 | 1:34 PM

Quiero terminar mi carrera



Hola mi nombre es Johana tengo 22 años y estaba estudiando Abogacía en la Universidad siglo 21, por cuestiones económicas tuve que abandonar mi carrera, por ese motivo decidi escribir esta carta para pedir una beca o un trabajo o alguien que costee mis estudios, es algo que no quiero dejar inconcluso y bueno espero que alguien me de una oportunidad laboral . Gracias

Publicada por: Saladin Chamcha | Quito, Ecuador | 12 de Febrero de 2014 | 5:05 AM

BUROCRACIA



Es el “lomo fino de la escoria humana”, comúnmente conocido como burócrata. Además de ser su hedor imperceptible para el olfato; a la vista se puede presentar como una persona inteligente, elegante, de gran formación o educación, culta, alegre, respetuosa y sobre todo cumplidora de las leyes, reglamentos y demás normas no sólo legales, sino además morales, éticas y sociales.
Se organiza en manadas, pues es actuando en grupo cuando es capaz de realizarse plenamente, de volverse invisible y de ser más eficiente en la consecución de sus fines; de manera que es en su forma organizada, cuando pasa a denominarse “burocracia”, la cual, sin perjuicio de tener alguna acepción positiva extremadamente teórica, la voy a mencionar sólo en sus verdaderos o reales efectos negativos.
Y es que el principal objetivo de la burocracia es que nunca se pueda detectar el daño que causa a su comunidad, entidad pública, al país y aún a la humanidad misma; siendo uno de los cánceres más graves y grandes que existe, pues finalmente a la burocracia sólo le importa su propia subsistencia; siendo la causante de la corrupción estructurada y del desperdicio de la mayor parte de los recursos de un país.
Sus principales evidencias son y serán:
1.- Los trámites sin sentido, que tienen como única finalidad justificar su existencia o que se pueda decir que están sirviendo para algo.
2.- La imposición de sus criterios, a través de su interpretación antojadiza de las leyes o demás normas legales, con la única finalidad de volverse “imprescindible” o “causar miedo”, pero totalmente contrarios a todo lo que pudiera ser eficiencia o consecución de resultados.
3.- La elaboración de interminables informes, consultorías, reuniones y muchas otras formas de supuestamente evidenciar que sirven para algo o justificar el egreso de recursos del estado, en la forma más inútil y su vez ingeniosa que sea posible.
4.- La generación de privilegios, prebendas, beneficios, contratos colectivos, clubes sociales, anillos, medallas, trofeos, premios, honores públicos y hasta reverencias; por el sólo hecho de haberse mantenido sus miembros durante 5, 10, 15, 20 o 30 años en la misma entidad pública, muy posiblemente sin hacer nada o casi nada, incluso sin cambiar de posición o puesto.
5.- La entrada y salida puntual, que evidencie que todo lo que se les ha encomendado, se puede cumplir en el tiempo o jornada máxima de 8 horas diarias (con 1 hora de almuerzo y 1 hora para jugar naipes, charlar o fumar) y 5 días a la semana, de manera que sea inadmisible que se les pida dedicar 1 segundo adicional al servicio o trabajo encomendado.
6.- El permanente requerimiento de contratar más personal para cada pequeña tarea, sello, hoja o trámite que se requiera realizar; con el ideal de que las nuevas personas contratadas comprendan que su mayor beneficio no estará en que demuestren ser más inteligentes, preparadas o dedicadas que las anteriores; sino en su asimilación y entendimiento del organismo al que se están integrando.
7.- El que se comprenda que las cosas se “deben hacer así”, porque “siempre se han hecho así”; es decir, que no es posible cambiar nada, porque nada bueno puede venir del cambio y sólo la repetición de las mismas tareas, por más ilógicas que parezcan, puede dar el resultado “deseado” o “esperado”.
8.- El mantenimiento de un perfil bajo, por lo que no les interesa ni desean llegar a puestos de dirección o liderazgo, donde los más atrevidos u osados burócratas, como máximo aceptarán llegar a ser Gerentes Generales (encargados) o Directores departamentales (encargados); de manera que incluso puedan dirigir y tomar decisiones, pero cuando haya cambio de servidores de libre remoción, ellos puedan retornar a su puesto anterior, pues son servidores públicos de carrera.
9.- La gestión y obtención de permisos, vacaciones, comisiones de servicios, licencias con o sin sueldo; así como la organización o participación en cursos, eventos, cumpleaños, festejos, campeonatos, campañas electorales, puentes vacacionales, fiestas patrias o cualquier otra forma de justificar inasistencias, paseos, descansos y en general de evitar el trabajo.
10.- El permanentemente estar recogiendo evidencias o demás información que les servirá para destruir o denunciar a quienes alguna vez hayan osado darles órdenes, liderarlos o creerse sus jefes; especialmente cuando se trate de servidores públicos de libre remoción, tales como Ministros, Directores, Gerentes Generales, etc.
Generalmente, los burócratas buscarán distraer a los demás acusándolos de simplistas o ignorantes de lo compleja que es la administración pública, así como del largo tiempo que debe comprender la toma de decisiones, la elaboración de un informe, la ejecución de una obra, la prestación de un servicio, y en general, la consecución de cualquier gestión o resultado, por pequeño o insignificante que éste fuera.
Engañados amigos políticos, líderes o gente que de alguna forma, sin perjuicio de sus errores o vicios, incluso; podrían aspirar a conseguir que se lleguen a ejecutar obras, prestar mejores servicios, revolucionar la patria o llegar a realizar grandes o pequeños cambios en el país; nada será posible sin la extirpación del cáncer de la burocracia.
No he querido en estas líneas, hablar de los burócratas del sector privado, especie que adolece de los mismos vicios, pero que es una más evidente antítesis de este sector; pues cual parásito, termina matando al propio organismo del cual depende; sintomatología que se puede observar en las empresas cuando quiebran, se desgastan lentamente o se evidencian incapaces de crecer o desarrollarse.
Dios me bendijo con la posibilidad de nunca llegar a ser burócrata; habiéndome negado cada día de mi vida a seguirles el juego, entenderlos y/o comulgar de sus objetivos; pero me he permitido resumir lo que he observado de la burocracia, de manera que los que no la conozcan o comprendan bien, la puedan identificar y ojalá luchar para que se la pueda erradicar.
Aunque muchos hombres célebres han hablado de la burocracia, me permito citar a Honoré de Balzac, quien al respecto expresó:
"La burocracia es una máquina gigantesca manejada por pigmeos"



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