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Con el calor del fuego

Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

Hay que animarse a provocar. A sumergir un espacio en la dignidad de su pasado y la apuesta del porvenir. A crear dos ideas sin que ninguna desentone. A apostar, justamente en gastronomía, a la múltiple personalidad en un mismo reducto. «Nina Los Fuegos», con la cocina de Santi Palma, es una idea que atraviesa esos principios. Una herencia que pesa y que se pone en valor en el espacio que se conserva hacia atrás, lindante con el jardín que hoy se mira con anhelo de días soleados, sin el viento del inverno.
La proyección es la cara visible desde la calle, con una barra indómita, un espacio multifuncional con un poco de lounge y bastante de encuentro. Los colores que sumergen y la estética que pone el clima.
Los restós son hoy mucho más que lo que se come, y en Nina Los Fuegos lo entendieron desde el concepto.

Una idea amplioa y diversa, que integra  un restó que ya es un clásico de City Bell y la más cercana apertura de Nina, que con una carta tradicional y otra más vanguardista viene a mostrarles a los platenses que en esa ciudad se puede disfrutar de una gastronomía rica y disruptiva, en una antigua casona con pinceladas cargadas de simbología y personalidad.

Santi explica que «en principio encontramos dos menúes distintos: uno de restaurante tradicional, porque Nina quiere mantener un poco la tradición de la familia Los Fuegos y nos trae una cocina de vanguardia, de mucho producto, queriendo lograr sobre todo romper la estructura del comensal y hacerle probar cosas nuevas, distintas, que tengan un valor agregado tanto en el producto como en la presentación, y en los sabores que se están dando a probar. Siempre apuntando a una calidad del producto que se pueda reproducir en el plato y entonces hace simbiosis con la vajilla utilizada, con el entorno de la sala».

El mediodía espera con pautas para armar. Con inteligencia nutricional, estética en el planteo de los platos, abundancia en la propuesta y con combinaciones sugeridas, aunque no limitantes.
La noche te vuela la cabeza con opciones atrevidas, para encontrarte con una gastronomía barroca desde la idea.

Para arriesgarte, para comer con ansias, para ir con amigos, con los chicos o con la familia, para una primera cita o para todas las que vengan. Para ir a probar algo diferente o para reencontrarte con lo que te gustó la última vez.