Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello
Un museo mágico, donde el aroma atraviesa la riqueza expresiva, el Museo Jean-Honoré Fragonard, en Grasse, Francia, ya presentó su próxima agenda con una diversidad de intereses imperdibles.
Boteh/Bellezas de Cachemira
Museo Provenzal del Traje y la Joyería
Hasta el 2 de octubre de 2022
Boteh/Beautés Cachemire recorre el extraordinario viaje de un motivo de las montañas del Himalaya en el norte de la India. Desde principios del siglo XIX, la moda provenzal se apasionó por los tejidos con motivos orientales. Las mujeres de Grasse, Marsella, Avignon o Arles se adornarán entonces con estos tejidos inspirados en el cachemir. Las colecciones de Fragonard encarnan la herencia provenzal de estos tejidos estampados llamados «indiennes» y el amor por los bordados que imitan a la cachemira boteh.
Jean-Baptiste Mallet: El camino a la felicidad
Hasta el al 2 de octubre de 2022
Cuando el museo Jean-Honoré Fragonard abrió sus puertas hace diez años, Jean-Baptiste Mallet era todavía un pintor muy reservado. Con vistas a una gran exposición monográfica, una cincuentena de obras del artista se sumarán, durante un verano, a la treintena de obras ya expuestas en el museo.
Retratos en flores, impresiones indias de Denis Dailleux
Hasta el al 2 de octubre de 2022
Entre colores, flores y olores, India cuenta su historia y teje una iconografía inmediatamente reconocible. Denis Dailleux, cuya obra ha sido objeto de numerosas monografías, nos traslada a la India en dos lugares emblemáticos de las flores: Tamil Nadu, en el sureste, cuna de plantaciones
de flores, y el mercado de flores de Calcuta. La treintena de fotografías expuestas son ramilletes de olores y colores perfectamente dispuestos en los que posan a su vez hombres y flores. Debido a que las imágenes de Denis Dailleux despiertan el deseo de una explosión de olores, Fragonard le propuso a Shyamala Maisondieu, perfumista de Givaudan, crear un perfume en torno a la exposición. Fruto de un encuentro y debates entre el fotógrafo y el perfumista, la exposición se beneficiará de su firma olfativa única. Los visitantes se verán así inmersos en un completo universo sensorial y visual.