Frankfurt en villa

Por Flavia Tomaello.

Una ciudad a la vanguardia del diseño, de las más jóvenes de Alemania, deslumbra en un espacio recuperado de una antigua villa, con el encanto del estilo posmoderno.

La familia Forte en bastante particular. A la cabeza están Sir Rocco, sus tres hijos y su hermana Olga. Tras ellos hay cuatro generaciones de hoteleros. Diseñaron un negocio familiar en todos los sentidos; un amor compartido que se hace evidente en cada hotel: todos hacen gala del innato estilo angloitaliano, la sofisticación y la calidez. Y todos le dan la bienvenida al huésped como si fuera la familia.

Su instinto para elegir los lugares es inigualable. Así ocurre con Villa Kennedy, en el corazón de una Frankfurt pujante, joven, que hace frente a su mayor etapa de diseño y negocios emergentes.
El talento Rocco Forte para tomar un lugar ilustre y establecido para luego hacerlo moderno es innegable: esculturas y grabados, pinceladas de color y mosaicos se convierten en el trasfondo de un espacio despejado, elegante y sutil.
La comprensión y el interés sincero y atento del equipo se percibe desde el ingreso. La invitante sensación de apertura y simpatía. La absoluta tranquilidad y privacidad que contrasta con el trasfondo de la bulliciosa y enérgica ciudad alemana.
Y el cinematográfico y rebosante aire se infunde en el hotel.
La ubicación inmejorable es la personalidad del hotel. A un paso del centro histórico de la ciudad y del barrio de los museos, frente a la zona empresario/finaciera, su localización permite estar a un paso de todas las experiencias.

Historias en la historia

Una vez fue una gran casa familiar. Villa Kennedy es ahora la encarnación de un Frankfurt moderno. Construida en 1901, el atractivo hotel de Frankfurt fue rebautizado en honor a la visita del presidente John F. Kennedy en 1963. Ha sido restaurado extensamente, pero aún conserva su ambiente familiar. La tranquila Villa Garden del hotel, en el centro de Frankfurt, es ideal para cenar al aire libre y tomar bebidas en los meses más cálidos.
Villa Kennedy ofrece habitaciones elegantes y contemporáneas, buena comiday  un spa de 4 niveles con piscina. Ubicado a un corto paseo de Museum Embankment y River Main, este sofisticado hotel es un retiro elegante lejos de las concurridas calles de la ciudad.
Más allá de su edificio señorial, la arquitectura de columnas, extensos jardines y habitaciones iluminadas por el fuego, el hotel conserva un ambiente íntimo; una facilidad opulenta y acogedora. Se siente el «volver a casa» te encuentras con un cuidado excepcional e intuitivo: gente orgullosa de mostrar su ciudad.
La comodidad se entrelaza en el diseño, donde las líneas limpias y contemporáneas, los suaves tonos naturales y los elegantes elementos metálicos se inspiran en la arquitectura clásica de Frankfurt. A nivel del suelo, un spa lleno de luz mira hacia el jardín; arriba, los balcones franceses examinan la ciudad. Desde aquí puede, en un par de pasos, arribarse a los animados bares de Sachsenhausen, hasta el famoso terraplén del museo de Frankfurt o en la Catedral de San Bartolomé, y luego volver a cenar al aire libre en los tranquilos jardines de Villa Kennedy: el hogar familiar Forte en esta dinámica ciudad alemana.

Casa, albergue, diseño

En Villa Kennedy, el yugo del viejo mundo se yuxtapone con estilo moderno. Al igual que Frankfurt. Tres nuevas alas se han construido alrededor de la cuidadosamente restaurada Villa Speyer, creando un patio con jardín en su corazón a un corto paseo de Museum Embankment y a solo 10 minutos en coche del aeropuerto.
Tiene 127 habitaciones desde 35 metros cuadrados, y 36 suites que parten de los 45. La recámara presidencial tiene un piso reservado para sus 326m2 presidential y puede estar conectada a otras dos habitaciones. Todas con luz natural y vista al jardín o a los alredores. El Villa Garden cuenta con 700 metros de verde y galerías.
Cada una de las suites está diseñada individualmente por Olga Polizzi. Cada elemento ha sido seleccionado a mano, desde la colección de obras de arte y la biblioteca de libros que reflejan el crecimiento de Frankfurt a través del tiempo, hasta las cómodas camas y sillones desde donde disfrutarlos.
La gastronomía también es un fuerte en este espacio. Una alternativa más privada es el JFK Bar, ideal para ponerse al día con el trabajo y citas informales de negocios. Allí se sirven más de 120 cócteles preparados por expertos, licores premium, vinos finos y una selección de tapas clásicas.
Gusto, en cambio, es el restaurante lleno de diversión y sabor, propone la cocina italiana moderna de Fulvio Pierangelini.
Un espacio reservado para la biblioteca  y el conservatorio invitan al relax junto a la chimenea con libros y una taza de té.
El Villa Spa posee cuatro pisos y 1000 con una piscinade 15 metros y un jacuzzi de casi dos.
Y para los más chicos, también todo está pensado: incluso el pequeño pasaporte para viajerito frecuente. Un detalle de los muchos que dejan un sabor para recordar y volver.