¿Hacia dónde mutarán los bancos comerciales?

La revolución tecnológica presenta a diario nuevos desafíos y nos introduce cada vez más en el mundo digital: desde tiendas hasta bancos virtuales, casi no hay actividad que no pueda ser realizada a través de Internet. Los dispositivos móviles permiten a los usuarios acceder a los más diversos bienes y servicios, desde la palma de la mano. Al mismo tiempo se desarrolla una nueva economía basada en las relaciones entre personas. Estos cambios parecen conspirar contra el modelo tradicional de la institución bancaria. ¿Cómo serán los bancos del futuro?

Apps para bancos y nuevas tecnologías

La imagen del banco tradicional, gigantesco y opulento, con cientos de empleados, ya ha quedado muy atrás. La primera revolución informática, con sus tarjetas magnéticas y cajeros automáticos provocó un cambio drástico: los bancos nunca volvieron a ser los mismos.

Pero para explicar la evolución de los bancos es necesario tener en cuenta otros factores además de la irrupción de las nuevas tecnologías. Por una parte, los cambios en la comunidad: creciente conectividad y nuevos deseos y necesidades del usuario del siglo XXI. Por otra, la inclusión financiera como herramienta para favorecer el crecimiento económico, como lo recomiendan organismos globales como la CFI del Banco Mundial.

Así, cada vez más los bancos diseñan estrategias destinadas a expandirse y centralizarse en los usuarios para facilitar el acceso y uso de sus servicios. Uno de los recursos más notables es el de las apps para banco (aplicaciones). Estas permiten, desde el dispositivo móvil, realizar distintas actividades, desde distinto tipo de transacciones y acceso a información útil como ubicación de cajeros automáticos o seguimiento de sus operaciones, hasta inclusive realizar operaciones bursátiles.

Bancos virtuales sin locales físicos

Al mismo tiempo que algunos bancos planean extender su horario de atención al público y abrir nuevas oficinas en base a una estrategia de atención personalizada, otros eligen ser cada vez más digitales y hasta aparecen bancos completamente virtuales.

La tendencia comenzó hace casi 20 años y actualmente hay varias entidades autorizadas que operan en forma directa a través de Internet. De hecho, Internet ha permitido el desarrollo de muchísimas empresas sin negocio físico de todos los tamaños: desde la gigantesca Amazon hasta el más pequeño emprendimiento local.

En España, por ejemplo, hay alrededor de seis entidades autorizadas y en 2017 el Banco Central de la República Argentina autorizó el primer banco digital del país.

Comunidades de usuarios

En el marco de la economía colaborativa, que incluye plataformas como Airbnb o Uber, aparecen las comunidades de usuarios (cómo https://bancospedia.com) que se organizan para prestar u obtener dinero al margen de los bancos y hasta pueden utilizar criptomonedas.

Son las plataformas P2P y también las llamadas fintech, pequeñas empresas que ofrecen servicios financieros al margen de los bancos y tienen impacto en el entramado del desarrollo emprendedor.

¿Al margen, o no tanto? Estas pequeñas empresas pueden ser más innovadoras y brindar una mejor experiencia de cliente, por eso los grandes bancos tradicionales también crean sus propios bancos virtuales y estrategias fintech con las que competir en el mercado global.