La semántica de la imagen

Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

El artista Sebastián Indart presenta su serie «La fábula de lo cierto y otras barbaries» y reflexiona sobre el modo en que los derechos y reveses se entrecruzan.

Reversible como un cerebro -cuerpo- que esculpe monocromos, restos. Sedimentos de un naturalismo descarnado que por inercia nos sujeta, nos moldea. ¿Qué es lo que atraviesa la forma del gesto que nos de-forma? Sinuosidad de un presente paisaje en *des* composición
Exceso de fluidos, de líneas, trazos, lunares, veladuras… algunos de los muchos conceptos que emergen de la propuesta que el artista Sebastián Indart expone durante todo este mes en el espacio Martorell / Art + People su reciente propuesta «La fábula de lo cierto y otras barbaries (the fable of the certain and other barbarities)», bajo la curaduría de Bárbara Scotto.
Expuso en México y participó de «Los salones de otoño», propuesta de la Secretaría de Cultura de San Isidro en varias ocasiones y ha vendido a varios países del mundo.

– Cuál ha sido tu camino en el arte?.
– Siempre estuve relacionado al dibujo y la pintura. Empecé en la Escuela Pueyrredón y terminé estudiando diseño gráfico. Me desarrollé profesionalmente en esa disciplina en agencias de publicidad aunque nunca dejé de pintar.
Hice y hago talleres con pintores referenciales para mi (Martín Riwnij primero, después conocí a Horacio Politti y compartí dos hermosos años con él en la Boca. Karina Ranieri y hace un año a Miguel D’Arienzo, con quien me siento muy cercanamente identificado.

– Cómo definirías tu trabajo?
– Me gusta la expresión, me interesa la humanidad, la existencia y el estado que se acerca a la conciencia. He abordado estos temas de distintas maneras. La pintura de alguna forma acompaña el desarrollo, la sensibilidad y el crecimiento. El hecho de no haber tenido una escuela académica me llevó a basarme en lo empírico y en las referencias que una va recolectando y de las cuales se nutre. Es otra formación, más larga.. pero válida para mi. Pienso en sacarle presión al arte, disfrutarlo, sonreír. Es un camino más placentero.

– Cuál ha sido el proceso de este trabajo que estás presentando?
-Años de introspección, de análisis, hay muchas variables: lo fortuito, la percepción personal que nos forma, la familia, los hijos, los amigos, loa amores, loa éxitos y loa fracasos. La idea fue trabajar con esas variables personales en ese proceso. Capitalizarlo, darle forma. Una forma más poética, más abierta.

– Contame el concepto e hilo conductor de la muestra?
La fábula de lo cierto y otras barbaries es el resultado de ese ejercicio. Analizar refutar o coincidir con las variables que nos han traido hasta aquí. Es una gratificación de ese estado conciencia para a partir de ahí elegir un presente más lúcido y con humor.

– Qué análisis hacés del arte emergente local?
Es un horizonte demasiado amplio. Hay que respirar. El arte representa la sociedad y al individuo. Son tiempos de confusión, de una histeria un tanto inexplicable, parece que hay de todo, pero el todo y la nada son gemelos.
Hay artistas y obras exquisitas, pero también hay mucho arte al que es difícil acceder.
El arte contemporáneo es arbitrario y elitista en muchos casos.  Al haber trabajado en publicidad me estimula descubrir el pensamiento creativo en el arte, una racionalización, estrategias. Prefiero lo intuitivo, lo sensitivo, más orgánico. A mi me atrae ese camino. Para ese lado intento ir.