Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello
Un enclave bohemio chic repleto de mezclas eclécticas con música étnica y platos llenos de sabor, y esto recién empieza.
Lincoln Road es uno de los hitos que conocer en Miami. Y también para volver. Su dinámica personal otorga identidad al recorrido.
Pero, si hay algo que marca un antes y después, eso es Mila. Un restaurante en la azotea para ver y ser visto.
Es difícil ignorar la sobrecarga sensorial que recibe a los comensales cuando salen del ascensor y entran en este restaurante de tamaño exuberante. Hay dos bares completos, uno adentro y otro afuera en la terraza, ambos amados por la moda de la ciudad. Las obras de arte talladas en madera, los materiales naturales y una gran cantidad de follaje se combinan a la perfección para garantizar un entorno único. Desde bocadillos ligeros y ceviches, hasta maki y platos principales sustanciosos, su menú está inspirado en el concepto del Mediterráneo asiático. Muchos de sus platos están pensados para compartir, como en el kofte de cordero asado a la robata con yogur de hierbas o la ensalada de fideos soba con alcauciles y pesto.
El brunch es un desafío, pero para el que consigue reserva, los huevos Benedict son una joya imperdible: un primer plano ganado por un bollo de brioche, jamón de bellota y salsa holandesa de naranja sanguina. Inolvidable.
Inspirado en los elegantes detalles minimalistas de la naturaleza, un salón en la azotea y un bar de mixología ubicado en el corazón de South Beach, el sitio perfecto en el que BOA te deja 11 veces a la semana. La cocina tiene influencias de las costas del Mediterráneo y Japón, mientras crea una expresión visionaria de sabores sabrosos y la moderna cocina mediterránea asiática.
Los platos se sirven en el estilo de cena informal izakaya, lo que significa que están destinados a compartirse en la mesa. Un centro del que emanar todo lo que se necesita para sentirse en un estándar más alto en múltiples sentidos.