Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello
Durante nuestro otoño, el Musée d’Orsay exhibirá un centenar de pasteles de su colección, compuesta por unas 500 obras. La última exposición de esta magnitud dedicada a los pasteles del museo (Le Mystère et l’azzle) data de 2009, esta nueva presentación permitirá al público descubrir o redescubrir estas joyas de la colección donde se encuentran las obras de Millet, Degas brillan, Manet, Cassatt, Redon, Lévy-Dhurmer y muchos otros.
El siglo XVIII se considera tradicionalmente la edad de oro del pastel. Un medio inigualable para representar los efectos de la materia y la tez aterciopelada, el pastel se restringió muy a menudo al retrato, al que se presta particularmente bien. Aunque su arte pasó de moda en la época de la Revolución Francesa, sin embargo experimentó una auténtica reinvención entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, de la que la colección del Musée d’Orsay es un testimonio excepcional. .La gama de pasteles disponibles se amplía entonces considerablemente tanto en matices como en texturas, lo que abre la puerta a todo tipo de experimentación y práctica.
La exposición pondrá de relieve la singularidad del pastel, que no es ni dibujo ni pintura, y la relación inmediata con la materia que le es propia. En efecto, el pastel se compone esencialmente de pigmentos puros, y crea una flor suspendida en la fibra del papel o del lienzo, cuya vibración hace la belleza, pero también la gran fragilidad. Para Ernst Jünger, la sensación táctil transmitida por el ojo que suscita el pastel lo clasifica entre las “artes eróticas, y hay algo simbólico en el hecho de que su aterciopelado, el primer esmalte de sus colores, se desvanezca tan rápido”. Polifacético, permite todas las modulaciones, desde el difuminado vaporoso hasta el sombreado más vigoroso, pasando por la ondulación, la coma y la línea punteada, es significativo que un artista como Degas lo utilizó casi exclusivamente entre 1888 y 1890, marcando la elección del pastel la culminación de su asidua investigaciones sobre el dibujo y el color.
La exposición se estructurará en torno a ocho temas principales que destacan el renacimiento del pastel de la segunda mitad del siglo XIX. Los temas en cuestión corresponden a los nuevos temas y géneros a los que se extiende la técnica durante el período. Después de una introducción al pastel y su singularidad, “matrimonio amoroso del color y del dibujo” (José de Hérédia), la primera sala, Sociabilités, se centrará en el retrato al pastel, en la continuidad del siglo XVIII. Terre et mer, donde reinará el mijo, pondrá de relieve cómo el pastel va más allá de las esferas mundanas para abordar la nobleza de la vida rural.En el corazón de la exposición, un espacio de cruce titulado Modernité estará dedicado a temas radicalmente nuevos ideas que la metrópolis y la transformación de la sociedad inspirada en Degas, Monet, Caillebotte y Boudin. Interiores, la sala más grande de la exposición, incluirá escenas interiores y representaciones íntimas de los niños y la vida familiar, a veces cercanas a la instantánea, siendo el pastel propicio para anotaciones rápidas y espontáneas. Mary Cassatt, Helleu y Vuillard serán particularmente honrados. Como extensión, Intimité también se diseñará como un espacio doméstico con un ambiente acogedor. Habrá desnudos de Degas, a menudo en el baño, que él mismo ha descrito como «Suzanne moderna». Dialogarán con los de Manet, entre otros. L’essence de la nature subrayará cómo, en la continuidad de Boudin, el pastel se convierte en un medio de elección para el paisaje. Si se adapta perfectamente a la notación de los cambios atmosféricos y los efectos de la luz, la naturaleza efímera de su material también puede dar al paisaje un carácter a la vez extraño y etéreo, querido por los simbolistas. Las dos últimas secciones de la exposición serán una reacción contra las Modernités. Arcadies reunirá obras de varios artistas (Fantin-Latour, Osbert, Puvis de Chavannes, Desvallières…) que atestiguan la nostalgia de una simbiosis entre el hombre y la naturaleza, fuera del tiempo, y lejos de las transformaciones radicales experimentadas al final. del siglo XIX. Finalmente, Âmes et Chimères, una parte centrada en Lévy-Dhurmer y otra en Redon, mostrará cómo para estos artistas simbolistas la extraordinaria plasticidad del pastel permite, más allá de la realidad, evocar los sueños, la vida interior, la imaginación y dar una nueva dimensión al mito.
Musée d’Orsay PastelsFrom Millet to Redon
Museo de Orsay
14 de marzo–2 de julio de 2023
Nivel 0, Galerías de exposiciones temporales.