Ser cool en sentido completo

Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

El Cool Roms se dedican a la puesta en valor de edificios emblemáticos para su posterior transformación en hoteles de lujo. Su nueva sede en Atocha que implicó una inversión de 24 millones de euros, está lista para darle clase a cualquiera sobre cómo ser diferente  y luxury.

Nada más llegar y ser recibido como en casa, con el respeto necesario, pero con la calidez de ser atendidos por personas. La primera vista de la puerta recoleta, se borra de un plumazo ni bien trasponerla. Allí, el dios Hermes se presenta en una estatua que alude al éxito y triunfo de su antiguo propietario, alto funcionario del Ministerio de Ultramar y caballero de la Orden de Carlos III; y su paso de carruajes, con techos de siete metros de altura, que conduce en línea recta a un jardín secreto con una alberca. No existe otro lugar en el mundo que concentre el nivel literario y artístico que reúne el Barrio de las Letras de Madrid, donde se enclava este proyecto hotelero al que se dedicaron 14 millones de euros sólo en su restauración y decoración.
El Barrio recibe este nombre ya que ha sido el hogar de los grandes escritores del Siglo de Oro de la literatura española como Lope de Vega, Calderón de la Barca, Góngora, Bécquer, Echegaray y Cervantes entre otros. Citas literarias de sus mejores obras y de otros autores adornan las calles de este barrio con letras doradas.
El Barrio de las Musas (como también se lo conoce) presenta muchas particularidades que lo hacen diferente al resto de la capital. En la Plaza de Santa Ana, por ejemplo, en pleno corazón del sitio. En el centro de la plaza se encuentran  las estatuas de Federico García Lorca y Calderón de la Barca. Se trata de un punto de encuentro de amigos donde disfrutar de unas animadas terrazas y de un ambiente especial con un toque castizo en el que sentirse como un autentico madrileño.
Caminando un poco hacia el oeste se abre la Plaza del Ángel, con una pintura del Santo Ángel de la Guarda por años colgada en el convento de San Felipe Neri que ocupó este sitio a principios del siglo XIX.  En esta plaza encontramos el Café Central, un clásico de Madrid, donde se puede tomar algo escuchando jazz en vivo.
En la Calle Atocha se encuentra la Iglesia de San Sebastian. En ella se casó Bécquer, se bautizó Tirso de Molina y se enterró a Lope de Vega. Una de las calles más divertidas del barrio, la Calle Huertas, esta repleta de bares y restaurantes muy animados. Paralela a ella se encuentra la Calle Lope de Vega que es parada obligatoria para visitar el Convento de las Trinitarias Descalzas de San Ildefonso donde esta enterrado Cervantes.
Muy cerca se puede terminar el paseo visitando la Casa Museo de Lope de Vega, antes de cobijarse en una de las 35 habitaciones de Cool Rooms Atocha.

Este posible recorrido es una de las alternativas imperdibles que propone el programa Stopover Hola Madrid de Iberia, una alternativa para que si se hace una escala en Madrid, se pueda permanecer hasta 6 días sin costos adicionales de vuelo y, además, con una serie de ofertas especiales y beneficios.

Sólo una en su tipo
Una majestuosa Casa Palacio de 1852 que se ha rehabilitado para convertirla en un hotel apto para una estancia memorable. Las 35 habitaciones y suites de CoolRooms Atocha han sido diseñadas de manera personal. Conservan una identidad, pero cada una cuenta con su propia personalidad.Cada habitación transmite serenidad y modernidad, con una iluminación muy cuidada y detalles únicos. Se han priorizado los tamaños, una situación que en Madrid no es tan habitual. El resultado son cuartos que van desde los 34 a los 104 metros cuadrados repartidas en seis categorías.
Entre ellas se destacan las que rozan el cielo. Las dos Coolsuites cuentan con su propia terraza privada con jacuzzi exterior, que rinden homenaje a la energía artística de la capital. Así, la primera reproduce la suite-estudio de un fotógrafo, con cámaras antiguas, una pequeña biblioteca de fotografía y dos miradores a los tejados y cúpulas del cielo madrileño; mientras que la segunda recrea los talleres de los grandes artistas y es una invitación a tomar los pinceles y pinturas disponibles en ella y plasmar una visión de lo que les rodea.
La zona de Pool-Garden es el mejor lugar donde poder saborear cócteles de autor, vinos y una cuidada selección de destilados premium. Todo ello acompañado de una carta de platos ligeros para compartir durante el atardecer.
Un sello de autor que está en el orillo y en el espíritu.