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Un cumple que es un flash

Por Flavia Tomaello, https://flaviatomaello.blog/, Instagram @flavia.tomaello

Coroporación Z es un centro de investigación científica y tecnológica que a lo largo de los años ha realizado diversos experimentos con el fin de lograr el desarrollo de un sistema inteligente que mejore la calidad de vida de los seres humanos. En sus laboratorios se llevan a cabo experimentos genéticos, biológicos y de tecnología láser… No, no se trata de un avance tecnológico, ni de un desafío científico. La misión ultrasecreta es un planteo que Zona Aventura Láser planteó en tres pistas diferentes para dar una vueca de tuerca a la celebración de fiestas infantiles para niños que transitan la mitad de la primaria y que buscan experiencias renovadas a la hora de festejar su cumpleaños.

Cuando las edades progresan y los papás ya ha recorrido decenas de salones tradicionales para organizar el aniversario de los propios hijos o acudir al de los ajenos, encontrar un brío renovado que entusiasme a adultos y niños es un desafío duro de sortear.

En Zona Aventura lograron un interesante balance que permite a la familia descargar tensiones y crear para los chicos  una historia fántástica. Gran variedad de misiones y personajes, como doctores, mutantes y juegos de destreza lo esperan. Todo el juego se desarrolla en un laberinto acondicionado con luces de neón de colores flúo intenso, que da la sensación de estar inmersos en un videojuego.

Jugar a meterse en las pantallas

Música de «Misión imposible» para hacer la gran Tom Cruise de evitar los lásers o meterse en la piel de Ocean Eleven para el gran robo, mientras van llegando los invitados, lo que propone meterse en el juego sin respiro.

Un gigantesco laberinto  es el escenario diseñado para la aventura. Cada uno de los jugadores recibe un equipo de tecnología láser con el cual deberá enfrentar diferentes desafíos y misiones. La música, los efectos visuales, las luces, las propuestas temáticas y los personajes que deben enfrentar en los juegos, introducen a los niños en una especie de juego de rol que se hace carne en los participantes.

Un show de experimentos o la fiesta flúo son dos experiencias que se pueden sumar a la primera.

La inmersión de los chicos es completa, la diversión está asegurada, hay originalidad en la propuesta logrando que no sea «otro cumple más de lásers», cuando llega la torta, parece que todo termina, pero hay un plus que sorprendente. Y, como si fuera poco, todos se llevan su puntero láser a casa. Un flash.