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Baggio y Romario aún sueñan con el Mundial
A punta de goles los dos astros piden ser nominados.
Madrid, 23 abr (EFE).- Los caprichos de la historia han vuelto a colocar juntos a Roberto Baggio y a Romario, dos de los protagonistas de la final del Mundial de 1994, ganado en la tanda de penalties por Brasil. Los dos se aproximan a la jubilación y los dos buscan a golpe de goles la convocatoria para el último Mundial de su extraordinaria carrera.
Los dos han puesto a sus seleccionadores respectivos, el italiano Giovanni "Trap" Trapattoni y el brasileño Luis Felipe "Felipao" Scolari, ante la dificíl papeleta de decidir si los llevan o no al Mundial de Corea del Sur y Japón. En principio "Trap" parecía tenerlo más fácil y había podido anunciar hace dos semanas que no contaría con Baggio, alias "Il Codino" (El Coleta), debido a que el elegante medio de ataque del Brescia llevaba más de dos meses lesionado y no alcanzaría a tiempo su mejor estado de forma.
El propio Baggio reconoció que Trapattoni acertaba: "es justo que convoque a los jugadores que están en las mejores condiciones".
Todo estaba claro hasta el pasado domingo. Corría el minuto 70 del Brescia-Fiorentina cuando el entrenador Carleto Mazzone ordena a "Roby" que salte al campo, 77 días después de una operación de la rodilla izquierda.
Sólo cuatro minutos después Baggio anota un gol, al que siguió un segundo. El Brescia se impuso por tres tantos a uno y "Roby" ratifico su condición de mejor goleador en actividad, con 180 tantos. En esta Liga suma 10 en 740 minutos de juego. Como viejo zorro que es, "Trap" debió de percatarse inmediatamente de que los goles de Baggio colocaban de nuevo al que está considerado como el futbolista italiano más famoso en el mundo en la carrera por el Mundial.
"He visto por televisión los dos goles de Baggio. Le deseo que vuelve al más alto nivel de juego y que siga en actividad otros diez años", comentó Trapattoni.
Ni una palabra de si cuenta o no con el también conocido como "El Divino", un tipo de jugador de toque mágico, capaz de inventarse maniobras tan rápidas y hábiles que hacen preguntarse a los defensas si estaban marcando a un fantasma. En Italia se les conoce como "fantasistas".
Pero la polémica ya está en la calle y en la prensa y no dejará dormir a "Trap" en las próximas semanas.
Mazzone admite que el seleccionador está sometido a una presión "increíble", pero no deja de animar el debate señalando que Baggio está "más en forma que hace tres meses" cuando se rompió el ligamento cruzado de la rodilla izquierda.
Luciano Chiarugi, técnico del Chievo, el equipo revelación de la temporada, no lo ve tan claro, ya que en el puesto de Baggio están Alessandro del Piero y Francesco Totti. "Hay abundancia", subraya.
Al otro lado del Atlántico, un jugador brasileño parece protagonizar una "vida paralela" con Baggio. Se trata de Romario, de 36 años, también presente en la final de 1994 con distinta suerte que "Il Codino", ya que anotó el penalti que le correspondió tirar.
Romario, la figura de aquel Mundial, dio el domingo un argumento más para merecer la atención de "Felipao" al convertirse en el segundo máximo goleador de la historia del fútbol brasileño después de Pelé, al alcanzar los 833 tantos y superar a Zico.
Como Baggio, Romario "sueña" con el Mundial, pero a diferencia del italiano su ausencia de las convocatorias no se debe a lesiones, sino a la obstinada decisión de Scolari, quien nunca ha explicado del todo las "razones técnicas" que lo han llevado a excluir al jugador del Vasco da Gama.
A "Trap" y a "Felipao" les queda un mes para deshojar la margarita. Sea cual sea su decisión, la polémica sólo dejará de perseguir al que gane el Mundial.
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LEYENDAS DE LOS MUNDIALES
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